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āLey de Restauración de la Naturalezaā (LRN), huertos fotovoltaicos y parques eólicos
A iniciativa del Consejo Europeo, pero con el voto en contra de tres comisiones (Agricultura, Pesca y Medio Ambiente), los partidos de izquierda del Parlamento Europeo aprobaron, por una corta mayorĆa (336 votos a favor, 300 en contra y 13 abstenciones), el pasado 12 de julio, la propuesta de reglamento conocido como āLey de restauración de la naturalezaā (LRN). A partir de ahora, se iniciarĆ”n negociaciones para fijar el texto definitivo de los objetivos y las obligaciones vinculantes para los paĆses miembros de la UE.
La āLey de Restauración de la naturalezaā (LRN)
SegĆŗn la exposición de motivos, la āLRNā ha sido elaborada sobre la base de āconstataciones documentalesā (?) y de āla mejor y mĆ”s reciente información cientĆficaā (?). En base a ello, se afirma perentoriamente que, en la UE, se ha producido una pĆ©rdida de la biodiversidad y una degradación de los ecosistemas (el 80% de los hĆ”bitats europeos estĆ”n en mal estado), que perjudican muy seriamente a las personas, a la economĆa y al clima. Y, como el tiempo apremia, para garantizar un futuro habitable y saludable, es absolutamente necesario tomar āmedidas urgentesā para ārestaurar los ecosistemas degradadosā y asĆ asegurar nuestra supervivencia, nuestro bienestar, nuestra prosperidad y nuestra seguridad a largo plazo. Sólo asĆ la UE serĆ” resiliente y se trabajarĆ” en pos de āuna sola saludā, concepto que establece una relación intrĆnseca entre la āsalud humanaā, la āsalud animalā y āuna naturaleza saludableā.
El objetivo general (cf. arts. 1 y 4) de la LRN consiste, por lo tanto, en la ārecuperación continua, a largo plazo y sostenible, de una naturaleza rica en biodiversidad, en todas las zonas terrestres y marĆtimas de la UE, mediante la restauración de los ecosistemas terrestres, costeros y de agua dulceā, hasta que todos se encuentren en buen estado. Ahora bien, ante la gravedad de la degradación de la naturaleza, hay que actuar urgentemente, para que la naturaleza virgen vuelva por sus fueros. Por eso, de aquĆ a 2050, deben ser restaurados progresivamente el 90% de los ecosistemas degradados.
La piedra angular de esta restauración es conseguir restablecer la āconectividad naturalā. Por un lado, en los rĆos; esto implica demoler embalses, pantanos, presas, azudes, para facilitar la circulación de los peces (truchas, salmones, anguilas, etc.); algo que se estĆ” haciendo ya en EspaƱa, donde mĆ”s de un centenar de embalses han sido derruidos, a pesar de la āpertinaz sequĆaā que estĆ” castigando al campo espaƱol. Y, por el otro, la conectividad de las zonas forestales, lo que implica reducir las zonas agrĆcolas, que son autĆ©nticos cortafuegos. Ahora bien, quedan fuera de la āLRNā los cada vez mĆ”s numerosos, extensos y antiecológicos parques eólicos y huertos de placas solares, que son considerados de interĆ©s pĆŗblico y que crecen, como las setas en otoƱo, en las montaƱas y en las llanuras de EspaƱa.
Efectos indeseados o Āædeseados? de la āLRNā
Aplicar la āLRNā y hacerlo en tan corto espacio de tiempo van a tener efectos lesivos tanto para los profesionales del sector primario (agricultores, ganaderos y pescadores) como para los ciudadanos, en general, e incluso para la naturaleza, que se pretende regenerar, recuperar y salvar. En efecto, las asociaciones agrarias, ganaderas y piscĆcolas (ASAJA y SOS Rural) han levantado la voz contra una ley mal pensada, poco realista e inaplicable, y tambiĆ©n contra los eurodiputados espaƱoles, tildados de ātraidoresā, al haber aprobado la āLRNā, diseƱada por burócratas que nunca han pisado la tierra, sin el concurso-consenso de los profesionales del sector y, mĆ”s bien, contra ellos.
La āLRNā va a provocar una pĆ©rdida de tierras de cultivo y de caladeros, en detrimento de la producción de alimentos. Y esto va a poner en peligro el medio de vida y los ingresos de agricultores, ganaderos y pescadores por partida doble: por la reducción de las tierras de cultivo y caladeros; y por tener que sufragar las restauraciones con los fondos de la PAC. Y esto, a su vez, va a agravar la crisis de rentabilidad, el relevo generacional, el envejecimiento y el abandono del sector primario espaƱol, lo que va a potenciar aĆŗn mĆ”s la desertización demogrĆ”fica de la EspaƱa vaciada y vacĆa.
AdemĆ”s, con la āLRNā, se pondrĆ” en peligro la soberanĆa o autonomĆa alimentaria de la UE, que va a depender, para nutrir a sus ciudadanos, de terceros paĆses que, en general, no son tan cuidadosos con la conservación de la naturaleza, como exige Bruselas a los 27. Por otro lado, se verĆ” afectado el medio ambiente del planeta (degradación de los ecosistemas en otros lugares del mundo para poder alimentar a los europeos; y huella de carbono a causa del trasporte desde paĆses lejanos). Y esto denota una gran hipocresĆa y una falta de coherencia de la UE, que importa alimentos vitales para alimentar a los europeos, al tiempo que exporta agresiones y degradación de la naturaleza a terceros paĆses para producirlos y conseguirlos.
Bula para los huertos solares y los parque eólicos
Como hemos indicado ut supra, con la āLRNā se pretende recuperar la naturaleza degradada y hacer que Ć©sta vuelva por sus fueros. Sin embargo, quedan fuera de la misma los parques eólicos y los huertos de placas solares, en aras del interĆ©s pĆŗblico para potenciar e implantar las energĆas renovables. Ahora bien, Āæestos parques y huertos no degradan la naturaleza, los ecosistemas y los paisajes, y no son un autĆ©ntico atentado de lesa ecologĆa? ĀæY la producción de alimentos y la autonomĆa e independencia alimentaria de la UE no son tambiĆ©n de interĆ©s pĆŗblico? Por eso, si alguien considera que la āLRNā es coherente, lógica y ecologista, Ā”Que venga Dios y lo vea!
Un ejemplo ilustrativo de este crimen ecológico lo tenemos en el Bierzo (León), crimen denunciado por un manifiesto de la Fundación Prada a Tope. AquĆ, como en otras regiones de EspaƱa, estĆ”n proliferando los huertos solares, que ocupan o van a ocupar las tierras de labranza (hortalizas, Ć”rboles frutales y viƱas) del Bierzo Bajo; y los parques eólicos, encaramados en la cimas de las montaƱas que circundan todo el Bierzo. Esta incoherencia flagrante me ha hecho recordar esa cita de Groucho Marx, que se puede aplicar a los burócratas desnortados de Bruselas y de aquĆ, y que reza asĆ: āĆstos son mis principios. Si no les gustan, tengo otrosā.
Moraleja
Los profesionales del sector agrario y ganadero, como los cazadores, son los mĆ”s interesados en la restauración y el cuidado de la naturaleza, pero no se ha tenido en cuenta ni su voz ni su voto en la elaboración de la āLRNā, elaborada con criterios ideológicos y no tĆ©cnicos. Ćsta ha sido impuesta por esos falsos profetas del ecologismo, el lobby de āecolojetasā, aposentado en Bruselas, y aprobada por el descarriado Parlamento Europeo, ese cementerio de elefantes de la casta polĆtica europea. Estos estómagos agradecidos y aquellos āecolojetasā, como hubiera dicho A. PĆ©rez-Reverte, tienen mucha āideologĆaā y muy poca ābibliotecaā.
Para agricultores y ganaderos, la agricultura es naturaleza domesticada y no habrĆ” ni restauración de la misma, ni sostenibilidad, ni lucha contra el cambio climĆ”tico, sin un campo rentable. Como dejó para posteridad Aristóteles, āprimum vivere, deinde philosophareā: primero hay que tener las necesidades vitales cubiertas, que ya habrĆ” tiempo para filosofar. O, como dice la sabidurĆa popular, no se puede desvestir un santo para vestir otro.
āY tambiĆ©n dos huevos durosā
En una delirante, hilarante y sarcĆ”stica escena de la pelĆcula de los hermanos Marx, āUna noche en la óperaā, Groucho pide a un camarero una ristra de platos de comida. A cada plato del supermenĆŗ, reacciona Chico con āY tambiĆ©n dos huevos durosā, mientras suena la bocina de Harpo, y Groucho apostilla: āen lugar de dos, pon tresā. Con el paso del tiempo, esta expresión āmarxistaā, ātambiĆ©n dos huevos durosā, indica que una petición o una promesa o una oferta o una propuesta son ilusorias, desproporcionadas, engaƱosas, falsas, mentirosas, imposibles,⦠i.e. un brindis al sol.
He traĆdo a colación esta escena cinematogrĆ”fica porque le viene como anillo al dedo al Dr. Cum Fraude, Pedro SĆ”nchez , que algunos tildan de āPedrochoā o āPinochoā, y que, como la SantĆsima Trinidad, personifica a los tres hermanos Marx en uno, su āSanchidadā. En efecto, desde hace meses y con la vista puesta en las sucesivas elecciones, se ha dedicado a prometer el oro y el moro. Y, una vez verbalizada una promesa, ha aƱadido āillicoā nuevas promesas, nuevos āhuevos durosā. Vayamos al grano.
Los ādos huevos durosā de la precampaƱa y la campaƱa del 28M
En la precampaƱa y la campaƱa del 28M, el Presidente yonqui del poder, alias āPues Esoā, dueƱo de la bolsa del Estado y del BOE, no dudó en prometer, a grifo abierto, todo aquello que los votantes, principalmente jóvenes, querĆan oĆr. Un dĆa, 50.000 pisos de la Sareb, incrementados, al dĆa siguiente, en 43.000 viviendas mĆ”s; en 20.000, un dĆa despuĆ©s,ā¦; y asĆ, hasta llegar a las 180.000 soluciones habitacionales. Otro dĆa prometió a los jóvenes el bono āinterrailā europeo y nacional. Y, en dĆas sucesivos y tambiĆ©n para los jóvenes, nuevos huevos duros: un bono cultural, avales hipotecarios y crĆ©ditos ICO, mĆ”s dinero para becas y para la formación profesional. Otro dĆa, mĆ”s huevos duros: ayudas para la agricultura, para la ganaderĆa y para la EspaƱa vaciada y vacĆa. Otro dĆa, les tocó una pequeƱa pedrea a los jubilados: ir al cine por 2 ā¬; dulcificar el copago de los medicamentos de los pensionistas. Y, asĆ, un larguĆsimo etcĆ©tera. No hubo dĆa sin promesas, sin sus ādos huevos durosā. Fue tal el ritmo vertiginoso de verbalización de las mismas que Peridis, en una de sus viƱetas, hace decir a Núñez Feijóo: ā No te pases, Pedro, deja algo para las generalesā.
Y, por supuesto, todo esto y mucho mĆ”s gastando lo que no tenemos, financiado con deuda pĆŗblica, que se ha incrementado ya en 303.000 millones de euros, en los Ćŗltimos 4 aƱos del generoso despilfarrador P. SĆ”nchez. Esta deuda es la pesada hipoteca que tendrĆ”n que pagar, sin comerlo ni beberlo, las futuras generaciones, por la mala gestión y/o el despilfarro y/o el latrocino de los recursos pĆŗblicos por parte de la casta polĆtica, de alta cuna o de baja cama.
A pesar de tanta dĆ”diva virtual, sus āqueridos niƱosā āasĆ denomina David Trueba* a los votantes, en un ilustrativo y revelador relato donde narra lo que se cuece entre bastidores de las campaƱas electoralesā no mordieron estos anzuelos, no cayeron en la trampa y le dieron una lección de jarabe democrĆ”tico a este engreĆdo y narcisista tahĆŗr del Mississipi, Pedro SĆ”nchez, que tuvo que morder el polvo de un batacazo en toda regla y sin paliativos el 28M.
Los ādos huevos durosā de la precampaƱa y la campaƱa del 23J
A las pocas horas de conocido el fracaso en toda regla de Pedro SĆ”nchez y de los partidos de izquierdas, en las elecciones municipales y autonómicas del 28M, el āokupaā de la Moncloa, el Dr. Cum Fraude, adelantó las elecciones generales, previstas para fin de aƱo, al 23J. Este adelanto electoral fue la seƱal de salida de una nueva precampaƱa electoral para hacerse, como hubiera dicho Miguel Delibes, con āel disputado voto del Sr. Cayoā, el próximo 23J.
Desde el momento de la convocatoria de estas elecciones (30 de mayo) y hasta el inicio de la campaƱa oficial (el 7 de julio), que es cuando escribo este texto, el mentiroso compulsivo de la Moncloa se ha dedicado fundamentalmente a comportarse cual pavo real en los medios de comunicación. Pero, con el fin de preparar el terreno mediĆ”tico, el mismo dĆa de la convocatoria para el 23J, regó generosamente con una lluvia de 440 millones de euros a los medios de comunicación āapesebradosā.
Hecho esto, a lo largo de la precampaƱa para el 23J, por un lado, se ha hecho invitar a los programas de radio y TV, con mĆ”s audiencia y en āprime timeā, para mostrar su narcisista plumaje de pavo real y para aplicar concienzudamente el consejo de Joseph Goebbelsāā: Ā«Miente, miente, miente que algo quedarĆ”, cuanto mĆ”s grande sea una mentira mĆ”s gente la creerÔ». Y, por el otro, se ha dedicado a entrevistar a sus ministros, en āpetit comitĆ©ā (Pedro SĆ”nchez no soporta el algodón de la calle, que lo abuchea cada vez que aparece en pĆŗblico), para seguir mintiendo, esta vez, a cuatro manos. Con esta sobreexposición mediĆ”tica persiguió ocupar, en exclusividad, el espacio en los medios de comunicación para estar, como hubiera dicho la Mazagatos, en el candelabro, repitiendo las mentiras de rigor e impidiendo que los otros candidatos tambiĆ©n puedan aparecer.
SegĆŗn la mayorĆa de las encuestas, el interfecto sabe que tiene muchas papeletas para ir a engrosar las listas del paro. Por eso, no es descabellado pensar que, en la campaƱa electoral para el 23J, que comienza hoy (del 7 al 21 de julio), el Dr. Cum Fraude pondrĆ” toda la carne en el asador y utilizarĆ” cualquier artimaƱa para no ser desalojado de la Moncloa. De ahĆ que haya que esperar una nueva oleada de promesas y muchos conejos saliendo de la chistera, asĆ como una cascada de mentiras para confundir y engatusar al electorado y poder cantar victoria el 23J.
Moraleja
El comportamiento de Pedro SĆ”nchez es el de muchos o mejor dicho el de todos los polĆticos profesionales, que son alumnos aventajados de Tierno GalvĆ”n, para el que ālas promesas electorales se hacen para no ser cumplidasā. En efecto, el polĆtico profesional promete, en campaƱa, lo que tenĆa que haber hecho en la legislatura que acaba; o hace promesas, sabiendo que no van a cumplir con su palabra.
Por otro lado, Pedro SĆ”nchez āahĆ estĆ”n las hemerotecasā ha mentido y miente como un bellaco o incumple lo prometido o hace lo contrario de lo prometido o, como dice Ć©l eufemĆsticamente, āha cambiado de opiniónā. Por eso, ha perdido toda credibilidad entre los votantes. Y, como dijo Aristóteles, āla recompensa del mentiroso es no ser creĆdo aun cuando diga la verdadā. La diarrea verbal de Pedro SĆ”nchez es ilustrada de esta cita de Alexander Pope: āel que dice una mentira no sabe quĆ© tarea ha asumido, porque estarĆ” obligado a inventar veinte mĆ”s para sostener la certeza de la primeraā. Como dirĆa el fulero de la Moncloa, āPues esoā. Ā”A mentir tocan!
Los votantes tuvieron memoria y criterio, y no se dejaron engaƱar el 28M. Parece lógico y razonable que, casi dos meses despuĆ©s, el 23J, no hayan sufrido una amnesia y descabalguen del poder, con la honda del voto, al Dr. Cum Fraude. De no hacerlo, habrĆa que recordar a los votantes esa cita de George Orwell, que reza asĆ: āUn pueblo que elige corruptos, impostores, mentirosos, ladrones y traidores no es vĆctima, es cómpliceā.
JosĆ© Luis BalbĆn, Āædónde estĆ”s? Ā”Vuelve!
Desde hace ya demasiados aƱos, cuando me pongo a escuchar o a visionar un debate o una tertulia o una entrevista, me pegunto cómo los medios de comunicación son capaces, en general, de producir tamaƱa bazofia y cómo la sociedad espaƱola se la traga tan plĆ”cidamente y con tanta fruición. Y esta basura audiovisual va cada vez a mĆ”s. Entonces, me viene a las mientes el recuerdo de La Clave de JosĆ© Luis BalbĆn. Y me dirijo a Ć©l telepĆ”ticamente para preguntarle dónde estĆ” y para rogarle que vuelva.
La Clave de BalbĆn
CorrĆan los primeros dĆas de enero de 1976 cuando el segundo canal de TVE (UHF) empezó a emitir un novedoso programa de debate, propuesto, presentado y moderado por J.L. BalbĆn: La Clave. Este programa era un ācopy-pasteā del francĆ©s āLes dossiers de lāĆ©cranā, en antena desde hacĆa ya una dĆ©cada y con un Ć©xito arrollador en Francia.
A aquellos que, entonces, eran menores de edad o que todavĆa no habĆan nacido, les informo que La Clave ha quedado como uno de los programas modĆ©licos de debates televisivos y como uno de los grandes hitos en la historia de la televisión espaƱola. Fue el programa mĆ”s intelectual y uno de los de mayor calidad (el 5Āŗ, en un ranking de 100) de la historia de la televisión en EspaƱa. Era emitido en directo y en prime time, en las noches del viernes o del sĆ”bado o del domingo.
El formato del mismo incluĆa cuatro elementos: 1. Presentación del tema de debate y de los invitados por parte del moderador; 2. Exhibición de un largometraje sobre el tema del debate; 3. Debate entre los tertulianos y con los telespectadores; y 4. Al final de cada programa, se proporcionaba una bibliografĆa sobre el asunto debatido, para que los televidentes pudieran profundizar en el tema.
Los tertulianos invitados, entre los cuales habĆa siempre algĆŗn extranjero, eran especialistas en el tema del debate, pero con opiniones contrapuestas. Sin embargo, respetaban la cortesĆa lingüĆstica y no vociferaban para argumentar, aplicando el aforismo atribuido a Leonardo da Vinci, que reza asĆ: āQuien de verdad sabe de quĆ© habla, no encuentra razones para levantar la vozā. Ahora bien, podĆan interpelarse e intervenir en cualquier momento para evitar los monólogos consecutivos y propiciar un autĆ©ntico y vivo debate. Con el formato del programa, con el tipo de tertuliano, con la dinĆ”mica de los debates y con los temas tratados (sociales, culturales, cientĆficos y polĆticos) se contribuyó a empoderar a los ciudadanos espaƱoles, al informarlos y al formarlos, durante los primeros aƱos de la Transición, en los valores democrĆ”ticos.
El show de los debates, de las tertulias y de las entrevistas de hogaƱo
Hoy, en todas las cadenas de radio y de televisión, han proliferado las entrevistas, las tertulias, los debates y los opinadores. Pero ni las unas ni los otros son, en general, lo que fue La Clave de BalbĆn y sus invitados, semanalmente renovados (tema nuevo y, lógicamente, nuevos y autĆ©nticos expertos). Dejando de lado las tertulias-debates chafarderas sobre cuestiones del corazón, podemos diferenciar, en las cadenas de televisión, tres grandes tipos de tertulias (o debates), colonizadas por esos tertulianos que suelo denominar ātodólogosā: personajes indocumentados que han poblado los medios, que le hincan el diente a cualquier tema y que, segĆŗn la periodista Cristina SĆ”nchez, no son mĆ”s que āestómagos agradecidos de polĆticos y prebostes localesā.
Algunas tertulias son autĆ©nticas ratoneras para alguno de los invitados. La presencia de este verso suelto tienen dos motivaciones: por un lado, poder afirmar que estas tertulias partidistas son plurales; y, por el otro, hacer del verso suelto un sparring o muƱeco de feria que recibe los golpes bajos y premeditados de los otros contertulios. Es el caso, entre otras, de āPreguntes Freqüentsā (TV3).
Otras tertulias estĆ”n organizadas en dos bandos, situados estratĆ©gicamente los unos frente a los otros (cf. La Sexta Noche). AsĆ, en este cuadrilĆ”tero, se organiza un pugilato verbal y la pseudo tertulia muestra su verdadera catadura: ser un show y un divertimento o pasatiempo para los televidentes, a la altura de esos programas de telebasura de Tele 5. Los tertulianos son autĆ©nticos āshowmansā, que no persiguen ni informar ni formar a los oyentes. Para ellos y para las cadenas de televisión, como hubiera dicho R. Kapuscinski (2016), āla verdad [o la información] no es importante [ā¦]. Lo que [ā¦] cuenta es el espectĆ”culo y las audiencias. Y, una vez que hemos creado la información-espectĆ”culo, [ā¦] cuanto mĆ”s espectacular es la información, mĆ”s dinero podemos ganar con ellaā. En el guirigay de estos pseudodebates o pseudotertulias, el quitarse la palabra y el uso de las vociferaciones, como argumento de autoridad, son el pan nuestro de cada dĆa. Y el que mĆ”s chifle (grite), capador. Ā”Lamentable espectĆ”culo y mal ejemplo!
Finalmente, otras tertulias son monocolores: todos los tertulianos son de la misma tendencia o camada (cf. El Gato al Agua de El ToroTV; El Cascabel, de TreceTV; Al Rojo Vivo de La Sexta;ā¦). En Ć©stas, bajo la batuta del director-moderador de turno, reina el orden y la cortesĆa lingüĆstica, Ā”no faltarĆa mĆ”s! Sin embargo, la pluralidad de opiniones no estĆ” ni se la espera. Y, por otro lado, en estas tertulias sólo se escucha la voz de sus amos: el poder polĆtico o económico.
āTodo es mentiraā
Ante estas tipologĆas de debates y tertulias, podemos preguntarnos si, como reza el nombre del programa de Risto Mejide (cf. Cuatro TV), ātodo es mentiraā. Como acuñó el sociólogo Gustave Le Bon, āLas masas (las audiencias) nunca han sentido sed por la verdad. [ā¦] Quien sepa engaƱarlas serĆ” fĆ”cilmente su dueƱo; quien intente desengaƱarlas serĆ” simplemente su vĆctima [y perderĆ” las audiencias]ā. Por eso, podemos y debemos preguntarnos: ĀæLos periodistas apesebrados estĆ”n al servicio de los escuchantes y televidentes? ĀæSu hacer es periodismo? Creo que no. Eso es mancillar y prostituir la noble y necesaria actividad del cuarto poder.
Ante este panorama, tiene todo su sentido que me dirija mentalmente a J.L. BalbĆn para preguntarle y rogarle: ĀæDónde estĆ”s? Ā”Vuelve! Como ya has pasado a mejor vida, reencĆ”rnate en algĆŗn periodista joven y transmĆtele tu āsavoir-faireā y tu āsavoir-ĆŖtre. La salud informativa y formativa de los espaƱoles estĆ”n en juego, y, por lo tanto, la democracia real, informada y consciente.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
El ābilingüismo cordialā de Núñez Feijóo
DIACRONIA DE UNA IDEA. En 2007, siendo jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo acuñó la fórmula del ābilingüismo cordialā, cuando el Gobierno PSOE-BNG aprobó el Decreto 124/2007, de 28 de junio, por el que se regula el uso y la promoción del gallego en el sistema educativo. Este decreto ponĆa fin al ābilingüismo armónicoā y a la āpaz lingüĆsticaā āimperantes con Manuel Fraga Iribarneā y propiciaba una inmersión lingüĆstica solapada.
Ese mismo aƱo, surgió, en Galicia, la asociación Galicia Bilingüe con el objetivo de plantar cara a la polĆtica lingüĆstica del Gobierno del PSOE-BNG y para reivindicar, entre otras cosas, el derecho a la libre elección de lengua en la enseƱanza. Feijóo se comprometió, entonces, a satisfacer la reivindicación de esta asociación, si ganaba las elecciones autonómicas de 2009. Las ganó por mayorĆa absoluta. Pero se olvidó de la promesa, como es habitual en la casta polĆtica, y, en su lugar, propuso un ātrilingüismo cordialā (33% de gallego, 33% de espaƱol y 33% de inglĆ©s), criticado hoy por Gloria Lago, la presidente de la asociación Hablamos EspaƱol, por su āĆ©xito dudosoā. En efecto, ante los resultados insatisfactorios, los padres prefieren que sus hijos no sigan consumiendo el menĆŗ del ātrilingüismo cordialā.
En abril de 2022, en el marco del congreso del PP en Sevilla, Núñez Feijóo, elegido presidente del partido, enarboló nuevamente la bandera del ābilingüismo cordialā como talismĆ”n de una polĆtica lingüĆstica racional y razonable para el conjunto de CC.AA. con dos lenguas cooficiales. Con este bilingüismo que, segĆŗn Ć©l, habĆa dado buenos resultados (?) en Galicia, pretende acabar con el ninguneo del castellano como lengua vehicular e institucional en las precitadas CC.AA. Y, ante estos cantos de sirena, algunas asociaciones de esos que se tildan defensores del espaƱol en CataluƱa se han dejado seducir, como siempre, y se han reunido con Feijóo, en octubre de 2022, para tener unos nuevos minutitos de gloria y ser engaƱados una vez mĆ”s.
EL ORĆCULO DE FEIJĆO. Pero, para Feijóo, ĀæquĆ© es el ābilingüismo cordialā? Con este sintagma quiere significar que las dos lenguas (el castellano y la lengua cooficial) deben convivir en armonĆa en las CC.AA. con dos lenguas cooficiales. Por esto, deben ser estudiadas y, ademĆ”s, ser vehiculares en la escuela, en igualdad de condiciones para que los alumnos aprendan bien las dos y, luego, se expresen libremente en la que consideren mĆ”s oportuna. Para Ć©l, la āinmersiónā de CataluƱa y de otras CC.AA., que han copiado el sistema catalĆ”n, no casa con el ābilingüismo cordialā. En efecto, la inmersión nunca es cordial ni voluntaria sino una imposición y provoca un agravio comparativo entre las dos lenguas cooficiales y una discriminación del castellano. Para Feijóo, por lo tanto, el ābilingüismo cordialā es un ānoā a la inmersión y un āsĆā a la convivencia armoniosa, pacĆfica y amable de las lenguas en contacto.
LOS TALONES DE AQUILES DEL BILINGĆISMO CORDIAL. Ahora bien, la etiqueta ābilingüismo cordialā de Feijóo suena bien, pero es un ejemplo mĆ”s de lo polĆticamente correcto, que no aporta ninguna solución y sólo busca araƱar votos para alcanzar el poder. Esta denominación es ambigua, confunde y no permite designar una propuesta, realista y razonable, de polĆtica lingüĆstica para todas las CC.AA. con dos lenguas cooficiales. Veamos.
Por un lado, el tĆ©rmino ābilingüismoā denota realidades muy diferentes. Por eso, no hay una definición unĆvoca y aceptada por todos los lingüistas. Y, en consecuencia, Ć©stos han propuesto una serie de tipologĆas para poner un poco de orden semĆ”ntico. Entre ellas, el bilingüismo social vs. el individual; el perfecto o ideal vs. el imperfecto o real; el minimalista vs. el maximalista; el sustractivo vs. el aditivo; el semilingüismo; el acultural, etc. Ahora bien, Āæa quĆ© bilingüismo se refiere Feijóo con su ābilingüismo cordialā y quĆ© quiere expresar la Presidente de la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), Cristina Losada, uno de los defensores del espaƱol en CataluƱa, con su ābilingüismo real y equilibradoā? Feijóo y la profesora Losada utilizan el verbo en vano, como papagayos, sin saber de lo que hablan y ejecutan una partitura que sólo suena bien. Pero, eso es todo.
Por otro lado, el apellido ācordialā (amable, amistoso, āfriendlyā, como dirĆan los ingleses) es una afirmación gratuita y sin fundamento, si se observa quĆ© sucede cuando dos lenguas entran en contacto en una sociedad (CataluƱa, PaĆs Vasco, etc.) o en un locutor concreto (los ciudadanos de estas CC.AA.). En efecto, el contacto de lenguas, en general, nunca es cordial, pacĆfico, amable o armonioso. Entre ellas se establece siempre una relación de fuerzas, de competición āprovocada por el estatus de las lenguas en contacto, por las situaciones de comunicación, por los intereses, las motivaciones y las decisiones de los interlocutoresā para conseguir llevarse el gato lingüĆstico al agua. AdemĆ”s, para que un bilingüismo sea ācordialā o āamableā es necesario amar las lenguas. Y no se puede amar por imperativo legal y testicular, como pretenden los polĆticos nacionalistas-independentistas.
En tercer lugar, segĆŗn Feijóo, con el ābilingüismo cordialā, los alumnos podrĆ”n aprender bien las dos lenguas y, como correlato, adquirir mejor los contenidos curriculares. Ā”Craso error! Esta pontificación denota que Feijóo no sabe cómo se aprenden las lenguas ni en quĆ© consiste saber una lengua; ni tampoco lo que es tener unas buenas competencias en lectura y en escritura. Las evidencias tangibles demuestran que los alumnos no aprenden ni la una ni la otra ācomme il fautā, y, como hubiera escrito Michel de Montaigne, no tienen una cabeza, ni bien llena ni bien organizada.
Finalmente, Feijóo afirma que, con el ābilingüismo cordialā, los alumnos y los ciudadanos espaƱoles podrĆ”n usar el castellano o la lengua autonómica libremente. Esto no sucede en ninguna CC.AA. ni tampoco en Galicia donde ha gobernado durante 13 aƱos. En efecto, en Galicia, la lengua gallega debe ser la Ćŗnica lengua de uso y de comunicación tanto en las instituciones, incluso las educativas (relaciones mutuas e internas, asĆ como para redactar las actas, los comunicados, los anuncios, etc.), como en la vida económica, comercial, social y en los medios.
ERGO. De lo expuesto se desprende que el concepto de ābilingüismo cordialā es una ocurrencia y un ejemplo mĆ”s de esas palabras vacĆas y de circunstancias de los miembros de la casta polĆtica, que verbalizan lo que desean oĆr los votantes. En el pasado, Feijóo usó el verbo en vano y no cumplió lo prometido. Por eso, si llega a la Moncloa en las próximas elecciones, podemos y debemos preguntarnos si tendrĆ” agallas para enfrentarse a la irracional y antipedagógica āinmersiónā y para implantar, en todas las CC. AA. con dos lenguas cooficiales, una polĆtica lingüĆstica, elaborada con la opinión experta de aquellos que saben de quĆ© va la cosa (lingüistas, psicolingüistas, etc.) y pensada sólo en función de los intereses de los ciudadanos y no de los sectarios nacionalistas de la casta polĆtica.
Cuando el PP ha estado gobernando en CC.AA. con dos lenguas cooficiales (Baleares, Valencia, Galicia) o cuando ha ocupado el Gobierno de EspaƱa, a veces, con mayorĆa absoluta, no ha hecho nada para racionalizar las polĆticas lingüĆsticas y poner coto al despropósito educativo de los nefastos programas de inmersión. Por eso, es previsible que con Feijóo todo siga igual en todas la CC.AA. con dos lenguas cooficiales: inmersión pura y dura, y consolidación de la marginación del castellano como lengua vehicular de la enseƱanza.
Esta dicotomĆa (ālengua vehicularā: catalĆ”n vs. ālengua curricularā: castellano) no es el resultado de un debate autĆ©ntico, reposado y argumentado sino el fruto del contubernio, en el patio de Monipodio catalĆ”n, entre nacionalistas-independentistas-golpistas (ERC, Junts, Comuns y PSC). ĀæCómo se llegó a este desenlace, en esa guerra que se traen entre manos el TSJC ācon sus sucesivas y reiteradas sentencias condenatorias de la polĆtica lingüĆstica catalanaā y el Gobierno de la Generalidad de CataluƱa ācon el desacato permanente y sistemĆ”tico a las mismasā ante la actitud expectante y leguleya de los que se tildan ādefensores del espaƱol en CataluƱaā? Veamos.
Desde hace demasiados aƱos, la Generalidad de CataluƱa ha estado jugando al ratón y al gato con los tribunales de justicia. En diciembre de 2020, el TSJC emitió una sentencia firme (5201/2020, de 16 de diciembre), con la que obliga a la Generalidad a tomar las medidas necesarias para garantizar, de manera efectiva e inmediata, la enseƱanza mediante el uso vehicular normal de las dos lenguas oficiales (catalĆ”n y castellano), en porcentajes que no podrĆ”n ser inferiores al 25%. Ante los oĆdos sordos y la inacción de la Generalidad, a principios de mayo de 2022, el TSJC emitió un auto requiriendo al Consejero de Educación de la Generalidad para el cumplimiento de la sentencia, en un plazo mĆ”ximo de 15 dĆas.
La Generalidad, para escurrir el bulto y no cumplir la sentencia, quiso utilizar la vĆa parlamentaria mediante una āProposición de ley sobre el uso y el aprendizaje de las lenguas oficiales en la enseƱanza no universitariaā. Ahora bien, esta coartada torticera fue abortada por VOX, Cās y el PPC, al solicitar el dictamen de la misma al Consejo de GarantĆas Estatutarias. Entonces, el Gobierno de la Generalidad se vio obligado a improvisar una vĆa alternativa y una coartada nueva, para seguir en sus trece, aprobando el ādecreto ley 6/2022, de 30 de mayo, sobre la elaboración, la aprobación, la validación y la revisión de los proyectos lingüĆsticos en la enseƱanza no universitariaā.
Tanto la āproposición de leyā abortada (pero, finalmente ratificada por el Parlamento de CataluƱa, el 8 de junio de 2022) como el ādecreto leyā pretenden escamotear el cumplimiento de la sentencia del TSJC y, por eso, el contenido de ambos textos es coincidente. Por un lado, rechazan el uso de cualquier tipo de porcentaje para determinar el peso vehicular del catalĆ”n y del castellano. AdemĆ”s, precisan que el catalĆ”n, como lengua propia de CataluƱa, es la lengua normalmente utilizada, la ālengua vehicularā y de aprendizaje y la lengua de uso normal en la acogida del nuevo alumnado. Sin embargo, reservan para el castellano la condición de ālengua curricularā, que no es lo mismo que ālengua vehicularā, como analizaremos a continuación. Por otro lado, la regulación de los usos y del aprendizaje de las lenguas oficiales debe hacerse, precisan hipócritamente, con ācriterios pedagógicos y sin perder de vista los polĆticamente correctos āobjetivos de la normalización lingüĆsticaā. Finalmente, al final de la escolaridad obligatoria, los alumnos deben haber adquirido el dominio oral y escrito de las dos lenguas (catalĆ”n y castellano), algo inalcanzable, en el caso del castellano, al no ser lengua vehicular.
En los enlaces dados en el pĆ”rrafo anterior, se desvelan algunas de las mentiras y de las incoherencias de la polĆtica lingüĆstica en CataluƱa. Por eso, a continuación, sólo se harĆ”n algunas consideraciones relativas a la dicotomĆa, que opone el catalĆ”n, ālengua vehicularā, al castellano, ālengua curricularā.
Las lenguas, fruto de un consenso social, son y deben ser siempre instrumentos funcionales, para facilitar la vida en sociedad. Por lo tanto, nadie (y menos aĆŗn cualquier piernas de la casta polĆtica catalana) puede violar las reglas del contrato lingüĆstico y preƱar āa su antojo y a la ligeraā, las unidades lingüĆsticas con nuevos significados, para llevar el agua al molino nacionalista-independentista-golpista catalĆ”n. Si se aceptase esto, el mito de la torre de Babel serĆa una realidad. La vida en sociedad serĆa imposible. Y se instaurarĆa la ley de la selva lingüĆstica y del mĆ”s fuerte. Por eso, permitamos que hablen las ciencias del lenguaje y de la educación, y escuchemos, al menos, sus aportaciones.
En la enseƱanza-aprendizaje de las lenguas, los lingüistas, los pedagogos y los ādidactólogosā utilizamos el sintagma ālengua vehicularā para referirnos a la lengua que es utilizada como instrumento para enseƱar y aprender las distintas materias curriculares o saberes (geografĆa, matemĆ”ticas, historia, etc.).
Por otro lado, ācurricularā y ācurrĆculoā son dos tĆ©rminos pertenecientes a la misma familia y tienen un contenido semĆ”ntico, en parte, comĆŗn. El ācurrĆculoā es el āplan de estudiosā o el āconjunto de enseƱanzas o materias que, [ā¦], han de cursarse para cumplir un ciclo de estudios u obtener un tĆtuloā, RAE ādixitā. Por lo tanto, aplicar el adjetivo ācurricularā a la lengua castellana, como en el sintagma ālengua curricularā, es afirmar que el castellano es sólo objeto de estudio, una materia mĆ”s y no un instrumento para adquirir conocimientos. En consecuencia, el sintagma ālengua curricularā no es sinónimo de ālengua vehicularā, como quieren hacernos creer los indocumentados polĆticos de ERC, Junts, PSC y Comuns, asesorados (?) por ciertos lingüistas de cabecera apesebrados, como Albert Branchadell, por ejemplo, cuya deontologĆa profesional deja mucho que desear.
La dicotomĆa ālengua vehicular vs. lengua curricularā ha sido el Ćŗltimo parto de la ingenierĆa lingüĆstica de la casta polĆtica catalana, para ningunear una vez mĆ”s a los tribunales y perpetrar un nuevo desacato a las sentencias judiciales. No podemos dejarnos robar el lenguaje. Si lo permitimos, entonces estamos perdidos. Como ha escrito muy acertadamente Santiago Trancón, āel arma mĆ”s eficaz de la polĆtica es el lenguaje. [ā¦]. Imponer un tĆ©rmino, dominar y controlar su significado, es imprescindible para ganar la batalla polĆtica. El que lo logre, gana; el que no, pierdeā.
Por eso, hay que tener cuidado con los neologismos de los nacionalistas-independentistas-golpistas catalanes; Ć©stos no dan puntada sin hilo lingüĆstico. Pero, hay que tener cuidado tambiĆ©n con el TSJC que ha fijado arbitrariamente el 25% de la enseƱanza en castellano. ĀæY por quĆ© no el 50% o el 70% 0 el 95%?, podemos y debemos preguntarnos. AdemĆ”s, hay que tener cuidado con aquellos que se tildan defensores del espaƱol en CataluƱa. Ćstos han librado batalla tras batalla sólo en el campo polĆtico y jurĆdico, sin conseguir ningĆŗn resultado tangible y positivo, olvidando que los argumentos mĆ”s potentes y contundentes, que no han utilizado nunca, los proporcionan las ciencias del lenguaje y de la educación.
De ahĆ que haya que cambiar de interlocutores y dirigirse a padres y alumnos para hacerles comprender que de la gestión lingüĆstica depende el buen funcionamiento de la escuela, que adolece de problemas muy graves: abandono escolar prematuro, fracaso escolar, deficiencias gravĆsimas en las competencias enciclopĆ©dicas y lingüĆsticas de los escolares, por citar sólo algunos. Ćstos son los retos y los argumentos de peso, que podrĆan movilizar a la ciudadanĆa, para instaurar una polĆtica lingüĆstica flexible, racional y razonable, y no los leguleyos.
Los neoanalfabetos espaƱoles
En la introducción de uno de sus ensayos (*), CĆ©sar Vidal relata su vivencia personal como profesor universitario. Entre 2003 y 2007, impartió docencia universitaria en cursos de posgrado. Sus alumnos, por lo tanto, eran licenciados, doctorandos o doctores, seleccionados entre los primeros de cada promoción de distintas universidades. āEran la flor y la nata, sin duda, pero una flor y una nata que [ā¦] sabĆa muy pocoā, puntualiza.
Por eso, ante la escandalosa carencia de conocimientos de sus alumnos, C. Vidal decidió comenzar cada clase con un sencillo test de 10 preguntas sobre el tema que se iba a abordar en clase. Los resultados obtenidos eran siempre āreveladores⦠y desoladoresā. Y lo peor, sigue puntualizando C. Vidal, es que todos los alumnos estaban infectados con el virus de lo polĆticamente correcto. AdemĆ”s, en sus trabajos escritos, se mostraban aventajados visitantes del ārincón del vagoā: entraban a saco en Internet, plagiando descaradamente lo primero que encontraban.
Ante esta lamentable y criticable realidad, ratificada por expertos nacionales y por organismos internacionales (OCDE), C. Vidal no culpa de ello a los depauperados estudiantes sino al desastroso sistema educativo espaƱol y al cuerpo docente que, en vez de enseƱarles y hacerles adquirir conocimientos con fundamento, les hicieron perder el tiempo con fruslerĆas. Por eso, para colmar las lagunas culturales de los jóvenes universitarios y para aplacar la sed de cultura de buena parte de la sociedad espaƱola, C. Vidal escribió el ensayo precitado. En Ć©l explicita el menĆŗ, la planificación y la dosificación de ālo que hay que leerā, de ālo que se debe contemplarā, de ālo que se debe escucharā y de ālo que se debe ver en teatro y en cineā, para ser un āhonnĆŖte hommeā moderno.
Siguiendo el programa propuesto, pero sin escatimar un esfuerzo constante y un trabajo sistemĆ”tico, precisa C. Vidal, āuna persona que comenzara absolutamente de cero, [ā¦], al cabo de un aƱo, tendrĆa una cultura superior a la de la mayorĆa de los jóvenes que entran en la universidad y, al cabo de otro aƱo mĆ”s, superarĆa a la aplastante mayorĆa de nuestros licenciadosā. E, incluso, a los profesores, segĆŗn Gabriel Albiac, que es catedrĆ”tico de filosofĆa en la universidad.
Las graves y decepcionantes constataciones de C. Vidal puede hacerlas tambiĆ©n cualquier honesto profesor universitario. Por lo que respecta a los contenidos culturales o enciclopĆ©dicos, los estudiantes son, en general, como constata C. Vidal, autĆ©nticas ātabula rasaā. Por otro lado, y esto es aĆŗn mucho mĆ”s grave, los nuevos estudiantes llegan a la universidad sin los conocimientos instrumentales absolutamente necesarios para sacar provecho de la estancia en la universidad. En efecto, sus competencias en lectura y en expresión oral y escrita tienen mĆ”s agujeros que un queso gruyer. Y, con alforjas tan livianas, no se pueden pedir peras al olmo ni ir muy lejos. Y lo mĆ”s grave de todo es que no son conscientes de esto y, por eso, no manifiestan ningĆŗn interĆ©s en adquirir estos conocimientos instrumentales para llegar a ser autónomos en las enseƱanzas y los aprendizajes universitarios y en la formación continua o continuada posterior; y, asĆ, poder abandonar el estatus de aves de corral, siempre dependientes de esos lazarillos llamados profesores, y volar como Ć”guilas reales.
La vivencia de C. Vidal y la mĆa propia me han traĆdo a las mientes un ensayo (**) de Pedro Salinas sobre los analfabetos, los alfabetos y los neoanalfabetos. Para Ć©l, la lectura y la escritura son dos aprendizajes escolares fundamentales, que transmutan a los seres humanos de āanalfabetosā (no saber leer ni escribir), que es el estado congĆ©nito del ser humano, en āalfabetosā (saber leer y escribir). Ahora bien, en EspaƱa, demasiados espaƱoles alfabetizados no leen y no escriben nunca o leen y escriben muy poco y sólo sobre temas profesionales. SegĆŗn P. Salinas, en ambos casos, por falta de uso, se produce una regresión, que devuelve a los āalfabetizadosā al āanalfabetismo prĆstinoā, convirtiĆ©ndolos en āneoanalfabetosā o āanalfabetos funcionalesā.
La vuelta al redil del neoanalfabetismo y de la incultura no es fruto de la casualidad sino de la causalidad. Sin Ć”nimo de ser exhaustivo, sólo quiero indicar dos causas. Por un lado, la calidad de la enseƱanza en EspaƱa, que deja muchĆsimo que desear. En 40 aƱos, ha habido 9 reformas educativas, para disimular los deplorables resultados educativos espaƱoles (abandono escolar, porcentajes de repetidores y de suspensos, deficientes competencias adquiridas por los alumnos, etc.) en las evaluaciones internacionales. Estos cambios normativos han degradado progresiva e inexorablemente la educación espaƱola. Para muestra, basta el botón de la Ćŗltima reforma de la ministra Pilar AlegrĆa: se puede promocionar de curso con suspensos, las recuperaciones dejan de ser obligatorias, se puede obtener el tĆtulo de ESO y de Bachillerato con asignaturas suspensas, recorte de contenidos en historia, en filosofĆa, etc.
Y, por el otro, el consumo desenfrenado y masivo de los productos accesibles por medio de pantallas (TV, móviles, tabletas, ordenadores,ā¦) ha contribuido a degradar, aĆŗn mĆ”s, las competencias culturales o enciclopĆ©dicas y lingüĆsticas de la población espaƱola. El mal uso y el abuso masivos de las pantallas, como ha quedado demostrado en otro lagar, son fĆ”bricas de cretinos digitales, empeoran los resultados escolares, dificultan el desarrollo cognitivo, degradan la salud de los usuarios y, al propiciar la multitarea, no contribuyen a hacer ninguna bien, segĆŗn los principios de la ācalidad totalā.
Hoy, todos los espaƱoles hemos pasado por la escuela y muchos o demasiados, por la universidad. Sin embargo, todo parece indicar que nuestro paso por el sistema educativo no ha permitido inocularnos el virus de la lectura y de la cultura. De ahĆ, el liliputiense bagaje cultural y lingüĆstico de las jóvenes generaciones, universitarias o no. Y el desprecio hacia todo lo que huele a cultura y a buen saber-hacer lingüĆstico.
Ahora bien, si seguimos el programa y el camino propuesto por C. Vidal en el ensayo precitado, conseguiremos tener, como hubiera dicho Michel de Montaigne, no sólo āune tĆŖte bien pleineā sino tambiĆ©n āune tĆŖte bien faiteā. Para ello, como reza un mensaje publicitario de Atresmedia, para vacunarnos contra los estragos de las pantallas, ālevantemos la cabezaā, que tenemos siempre ocupada por alguna de las numerosas y castrantes pantallas o ācajas tontasā. E inoculĆ©monos a nosotros mismos el virus de la lectura y del comercio lingüĆstico tradicional, āen tĆŖte Ć tĆŖteā, como fuentes prioritarias de divertimento, de ocio, de socialización y de información-formación.
(*) CƩsar Vidal (2007), El Camino hacia la Cultura. Lo que hay que leer, ver y escuchar, Planeta, Barcelona.
(**) Pedro Salinas (1983), āDefensa, implĆcita, de los viejos analfabetosā (pp. 255-274), in El defensor, Alianza Editorial, Madrid.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez