Pan y Circo
Se suele decir que, si olvidamos la historia, corremos el riesgo de repetirla. Ahora bien, a veces, sĆ³lo recordamos intencionadamente los peores ejemplos para conseguir nuestros objetivos particulares, empleando para ello recursos deleznables del pasado. Para ilustrar esta actitud, basta con recordar esa expresiĆ³n latina, tan actual, que reza asĆ: “Panem et Circenses” (“Pan y Circo”) de la SĆ”tira X del poeta romano Juvenal. Esta expresiĆ³n ha resistido el paso del tiempo, ha inspirado e inspira y ha servido y sirve hoy para justificar el hacer de la casta polĆtica espaƱola, de alta cuna o de baja cama, para conquistar y mantener el poder.
Juvenal vs. Maquiavelo
Juvenal utilizĆ³ la expresiĆ³n “Panem et circenses” para describir y criticar el proceder de los emperadores, que buscaban distraer, entretener, manipular, anestesiar y controlar, por ende, al populacho, mediante la distribuciĆ³n de alimentos (“panem”) y la organizaciĆ³n de entretenimientos masivos (“circenses”) en el circo. AsĆ conseguĆan que los ciudadanos olvidaran y renunciaran a sus derechos y deberes y se convirtieran en seres manipulables, dĆ³ciles e indefensos ante los abusos del poder.
Esta expresiĆ³n se ha mantenido a lo largo de los siglos y, aĆŗn hoy, permite tambiĆ©n describir y denunciar los mĆ©todos utilizados por la casta polĆtica para distraer con actividades lĆŗdicas de ocio colectivo (toros, fĆŗtbol o deportes, en general; TV basura, etc.); y, por otro lado, para satisfacer con migajas de tipo asistencial (paguitas, ayudas sociales, ingreso mĆnimo vital, etc.) a la masa, mientras que Ć©sta descuida y no se preocupa ni ocupa de las cuestiones mollares, vitales y personales para ella (cuestiones sociales, sanitarias, educativas, econĆ³micas, polĆticas, etc.).
AdemĆ”s y nunca mejor dicho, el Parlamento, el Gobierno asĆ como la vida polĆtica espaƱolas son, en general, un circo, en el que priman la bĆŗsqueda de la viralidad, de lo estrafalario, de la provocaciĆ³n descarada, de las contradicciones-mentiras constantes. Estos comportamientos son cortinas de humo orientadas a distraer, entretener, desorientar, adormecer, manipular, etc. a las depauperadas masas, tanto econĆ³mica como intelectual e informativamente. AsĆ, Ć©stas se olvidan de sus problemas o necesidades reales, aceptando sobrevivir (vivir de rodillas) en vez de vivir (vivir de pie).
El punto de vista crĆtico de Juvenal contrasta con el de Maquiavelo (cf. El Principe) y el comportamiento de la casta polĆtica espaƱola, que practica el engaƱo, la astucia y la doblez sistemĆ”ticos con los ciudadanos. En efecto, Maquiavelo y la casta polĆtica espaƱola se rigen por tres principios: 1. El fin (conquista y permanencia en el poder) justifica los medios; 2. La polĆtica no tiene relaciĆ³n con la moral; y 3. ¿Para quĆ© intentar ganar con la fuerza de la razĆ³n o con la fuerza bruta lo que se puede conseguir con la mentira? Un ejemplo ilustrativo y paradigmĆ”tico es Pedro SĆ”nchez, su equipo de Gobierno y su partido (PSOE), que mienten hasta la hora de almorzar y, luego, todo el dĆa.
El fĆŗtbol y los deportes (el Circo), el nuevo opio del pueblo
He traĆdo a colaciĆ³n esta expresiĆ³n romana, ilustrada por la pintura del “Ćncipit” de esta reflexiĆ³n, para ilustrar la permanencia de ciertos comportamientos tanto de los que mandan como de los que son mandados. El deseo de poder y de permanecer en el machito es tan grande en los psicĆ³patas del poder de antaƱo y de ogaƱo, que siguen dando a las masas “pan y circo”. Y Ć©stas, bobas, alienadas e indocumentadas, siempre muerden el anzuelo.
En efecto, la aficiĆ³n por los deportes, en general, y el fĆŗtbol, en particular, hace que los ciudadanos se interesen mĆ”s por el fĆŗtbol que por la gestiĆ³n de la “res pĆŗblica” (i.e. polĆtica). Se podrĆa afirmar que el “patriotismo de balompiĆ©” no sĆ³lo ha desplazado sino eliminado el “patriotismo ideolĆ³gico”. Basta con observar las celebraciones multitudinarias, a lo largo del 2024, de los Ć©xitos de los equipos espaƱoles o de la Roja para certificar la pertinencia de lo expuesto: celebraciones millonarias del tĆtulo de la Copa del Rey por el Athletic de Bilbao; de la Liga 2023-2024 y de la 15ĀŖ Champions, por el Real Madrid; de la 4ĀŖ Eurocopa, por la SelecciĆ³n EspaƱola; del Ć©xito de Carlos Alcaraz en Wimbledon; de las 18 medallas cosechadas en los JJ.OO. de ParĆs.
Todas estas celebraciones movilizaron a millones de ciudadanos, ocupados y preocupados por los resultados deportivos, en los que parece que les va la vida. ¡QuĆ© comedura de coco! Ahora bien, cuando estĆ” en entredicho y en peligro la democracia en EspaƱa y campa por sus respetos lo peor de la casta polĆtica, de alta cuna i de baja cama, cortando el bacalao y poniendo en peligro la unidad de EspaƱa, la legalidad vigente, el estado del bienestar y sus servicios fundamentales, ni Dios ha movido ni mueve ni piensa mover un dedo.
Esta actitud adocenada de los ciudadanos (¿se les puede llamar asĆ?) espaƱoles confirma la actualidad y lo ajustado del “panem et circenses” de Juvenal, que adormecĆa, atontaba y manipulaba al populacho romano y que hoy adormece, atonta y manipula tambiĆ©n a la masa —desinformada, desnortada y, por lo tanto, sin criterio— de los espaƱoles. Da la impresiĆ³n de que estĆ”n de acuerdo con Maquiavelo y no con Juvenal: parece que les gusta que los manipulen, que los ninguneen y que los engaƱen.
Como dijo AnaxĆ”goras, “Si me engaƱas una vez, tuya es la culpa; si me engaƱas dos, es mĆa”. Por eso, los ciudadanos (?) espaƱoles, como verbalizĆ³ y argumentĆ³ A. PĆ©rez-Reverte en una pertinente columna reciente (“EspaƱa es culpable”), no nos podemos llamar a andana ni irnos de rositas: somos tambiĆ©n culpables y corresponsables, “por estĆŗpidos, por indiferentes y por cobardes”. SegĆŗn opiniĆ³n tambiĆ©n de PĆ©rez-Reverte, adaptada para la ocasiĆ³n, los ciudadanos espaƱoles tendrĆan que ir a votar con “menos ideologĆa”, con menos “pan”, con menos “circo” y mucha “mĆ”s biblioteca”. AdemĆ”s, como verbalizĆ³ un polĆtico inglĆ©s, dar a los ciudadanos el derecho de ir a votar, pero sin darles la informaciĆ³n para hacer un uso racional, informado y responsable del mismo, es engaƱarlos y hacerles el caldo gordo a los de la casta polĆtica, de alta cuna o de baja cama, que viven de la polĆtica y no del sudor de su frente sino del de enfrente.
Hoy, se acumulan los motivos para mantener viva la indignaciĆ³n de Juvenal. El deporte sirve de coartada para las causas mĆ”s injustas. Por ejemplo, con el mundial de fĆŗtbol catarĆ — cuya organizaciĆ³n fue comprada a golpe de talĆ³n a la FIFA— se blanqueĆ³ un rĆ©gimen absolutista, que no tiene ningĆŗn reparo en admitir su carĆ”cter xenĆ³fobo, homĆ³fobo y machista; un paĆs donde no se respetan los derechos humanos, donde las mujeres son tuteladas e invisibles, donde los trabajadores extranjeros son prĆ”cticamente esclavos (por sus condiciones de trabajo). Esto estĆ” en las antĆpodas de los valores que pretende sembrar y defender el deporte.
2024 - Manuel I. Cabezas GonzƔlez
“¡Zorra!”
No es la primera vez que la palabra “zorra” es utilizada en el tĆtulo y en la letra de una canciĆ³n o incluso para denominar a una banda musical. Durante mi estancia de mĆ”s de una dĆ©cada en ParĆs, me topĆ©, una tarde de 1983, en la contraportada del vespertino Le Monde, con una noticia insĆ³lita, relativa a un grupo musical, formado por cuatro chicas bilbaĆnas. Ćstas habĆan bautizado al grupo con el nombre de “Las Vulpes” (<latĆn “vulpes, -is”: “zorra”) e interpretaban una canciĆ³n osada e irreverente para la mujer, titulada “Me gusta ser una zorra”.
En el Benidorm Fest 2024, el dĆŗo Nebulossa se impuso con la canciĆ³n titulada simplemente asĆ: “Zorra”. Esta canciĆ³n representarĆ” a EspaƱa, el prĆ³ximo mes de mayo, en el Festival de EurovisiĆ³n de Malmƶ (Suecia). A pesar de que no es algo nuevo y de que estamos en pleno s. XXI y en un paĆs occidental, el tĆtulo, la letra y la escenografĆa de esta canciĆ³n han provocado un acalorado debate mediĆ”tico y social.
Los partidarios de la canciĆ³n
Ćstos consideran que la letra de “Zorra” constituye todo un himno de liberaciĆ³n y de empoderamiento de la mujer. En efecto, a lo largo de la misma, se describen algunos comportamientos o actitudes de la mujer que, tradicionalmente, han sido considerados inadecuados y censurables. Para muestra, algunos botones: “Si salgo sola, soy la zorra; si me divierto, la mĆ”s zorra; si alargo y se me hace de dĆa, soy mĆ”s zorra todavĆa;” etc. Ahora bien, entre los hombres, estos mismos comportamientos no son socialmente censurables sino normales, lĆ³gicos y razonables. Por eso, con la canciĆ³n “Zorra”, afirman sus defensores, el dĆŗo Nebulossa trata de poner el dedo en la llaga de ciertos estereotipos y prejuicios sociales.
Estos estereotipos, argumentan, son la constataciĆ³n del uso de las dos varas de medir. Y esto denota que estamos en una sociedad donde hombres y mujeres no somos iguales en derechos y obligaciones. Por eso, el dĆŗo Nebulossa, con la canciĆ³n “Zorra”, intenta poner su grano de arena para que se tome conciencia de la discriminaciĆ³n y, asĆ, contribuir a acabar con las desigualdades entre el hombre y la mujer.
Para ello, con “Zorra”, se pretende “resignificar” el contenido semĆ”ntico de la palabra “zorra”, preƱƔndola con un nuevo significado. Para Nebulossa, “ser una zorra es saber lo que uno quiere”. Y esto no tiene nada que ver con el significado peyorativo de la 7ĀŖ acepciĆ³n de “zorra” (“prostituta, meretriz, puta, furcia, ramera, fulana, pelandusca”) del DRAE, acepciĆ³n utilizada tradicional y coloquialmente para denigrar y vejar a la mujer.
Los Ɣrboles que no dejan ver el bosque
La mĆ”xima popular “querer es poder” pone el acento en la importancia de la voluntad, del empeƱo y de la perseverancia para la consecuciĆ³n de nuestros objetivos. Ahora bien, tener la voluntad o el empeƱo de hacer algo no es suficiente. Se necesitan estrategias, recursos y poder para conseguirlo. Como reza otro aforismo popular, “el hombre propone y Dios dispone”.
A pesar de las intenciones liberadoras, empoderadoras e igualitarias del dĆŗo Nebulossa, creo que el lenguaje utilizado y la reiteraciĆ³n de la palabra “zorra”, a lo largo de toda la canciĆ³n, pueden ser como los Ć”rboles que no dejan ver el bosque y empujar a los escuchantes de la canciĆ³n a que miren el dedo (la repeticiĆ³n machacona de la palabra “zorra”, cargada de connotaciones negativas para la mujer) que les seƱala la luna (el pretendido empoderamiento de la mujer y la resignificaciĆ³n del contenido semĆ”ntico de “zorra”). En efecto, a lo largo de la canciĆ³n, nos topamos con el martilleo constante de la palabra “zorra”, que es utilizada nada menos que 44 veces y que, segĆŗn la 7ĀŖ acepciĆ³n del DRAE, estĆ” cargada de un contenido despectivo y malsonante para la mujer.
La mĆŗsica amansa las fieras, verbaliza otra mĆ”xima muy popular. Y, para los defensores de la canciĆ³n “Zorra”, Ć©sta puede contribuir tambiĆ©n a desfacer ciertos entuertos sociales y a acabar con las diferencias —en derechos y deberes— entre el hombre y la mujer. ¿CĆ³mo? Gracias, como hemos apuntado ya, a la “resignificaciĆ³n” de la palabra “zorra”, aƱadiĆ©ndole un nuevo y positivo contenido semĆ”ntico: si la palabra “zorro”, referida al hombre, tiene connotaciones positivas, la palabra “zorra” las puede tener tambiĆ©n al referirnos a la mujer, afirma el dĆŗo Nebulossa.
El punto de vista del lingĆ¼ista
Sin entrar en una valoraciĆ³n de la letra, de la mĆŗsica, de la interpretaciĆ³n y de la puesta en escena, voy a ponerme el hĆ”bito de lingĆ¼ista, a pesar de que el hĆ”bito no hace forzosamente al monje, para analizar la pretensiĆ³n del dĆŗo Nebulossa de “resignificar” el contenido semĆ”ntico de la palabra “zorra”.
Las lenguas son una de las pocas cosas creadas por el pueblo (una comunidad humana) y para el pueblo. AdemĆ”s, sobre las lenguas, los usuarios tienen un poder absoluto. La RAE, ese organismo de sibaritas del lenguaje, sĆ³lo estĆ” habilitada para aconsejar y levantar acta, como un notario, de cĆ³mo utiliza el espaƱol la comunidad hispanohablante. Por eso, el espaƱol actual y el futuro es y serĆ” lo que decidan, con sus usos lingĆ¼Ćsticos, los miembros de la comunidad hispanohablante.
Como subraya la profesora Ana Bernal-TriviƱo, en la “resignificaciĆ³n” de una palabra, como pretende Nebulossa, es necesario distinguir si se hace “de forma individual” (en un entorno limitado y cercano) o se pretende que sea “social y colectiva” (en un entorno mĆ”s amplio, global). En efecto, no es lo mismo llamarse, entre lesbianas y homosexuales, “bollera” o “maricĆ³n”, que hacerlo fuera de ese contexto limitado. En este caso, el tono y el retintĆn juegan un papel fundamental para cargar la palabra de connotaciones negativas, ofensivas y discriminatorias.
Por otro lado, fecundar una palabra con significados nuevos (“resignificaciĆ³n”) o el crear palabras nuevas no estĆ”n al alcance de cualquiera. Para ello, hay que tener un sĆ³lido predicamento social (al haber hecho aportaciones importantes a la comunidad de hablantes en algĆŗn sector del saber) o ser un personaje pĆŗblico muy popular, que no es el caso del dĆŗo Nebulossa. Por eso, la “resignificaciĆ³n” no es fĆ”cil, no es exitosa y tiene un impacto social limitado o nulo, si el la hace es un indocumentado. AdemĆ”s, en la comunicaciĆ³n real, una cosa es la intenciĆ³n comunicativa del que habla o escribe y algo muy distinto lo que comprende el interlocutor. En efecto, la comunicaciĆ³n no siempre llega a producirse o se produce mal o es tergiversada por deficiencias en la “competencia enciclopĆ©dica” (U. Eco) o por los prejuicios del interlocutor.
La canciĆ³n “Zorra” es pegadiza y bailable. Por eso, si por casualidad gana EurovisiĆ³n y se convierte en la canciĆ³n del verano, no nos extraƱemos que nuestros niƱos, en contextos lĆŗdicos y festivos, la bailen, la canten y tilden de “zorras” a sus compaƱeras de pupitre. Esto es algo que temen ya algunos sectores feministas, que no comulgan con el “feminismo polĆticamente correcto y apesebrado”.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
Y todo esto, ¿quiĆ©n lo paga?
SegĆŗn relatan sus biĆ³grafos, cuando Josep Pla llegĆ³ a Nueva York, en 1954, sus amigos lo acompaƱaron a visitar las amplĆsimas avenidas y los innumerables rascacielos de Manhattan. Y, ante el derroche de luces e iluminaciones, exclamĆ³ asombrado: “Y todo esto, ¿quiĆ©n lo paga?”. Hoy, ante el derroche de recursos pĆŗblicos —tanto crematĆsticos como no pecuniarios (valores, principios, legalidad, estado de derecho, etc.)— del manirroto Pedro SĆ”nchez, para conservar cuatro aƱos mĆ”s su poltrona de la Moncloa, los espaƱoles podemos y debemos preguntarnos, como Josep Pla, “y todo esto, ¿quiĆ©n lo paga?”. Vayamos por partes y por derecho.
Terminado el escrutinio de las elecciones del 23J y a pesar de haberlas perdido, el psicĆ³pata yonqui del poder, Pedro SĆ”nchez, empezĆ³ a remover Roma con Santiago para asegurarse cuatro aƱos mĆ”s en la Moncloa. Para ello, no dudĆ³ en dejarse extorsionar por aquellos que tienen la sartĆ©n por el mango: los partidos perifĆ©ricos minoritarios de las mal llamadas CC.AA. “histĆ³ricas”. Y, por eso, el “inquiokupa” de la Moncloa no sĆ³lo ha prometido —aunque todavĆa no se conoce con exactitud la totalidad de sus concesiones— el oro y el moro a sus extorsionadores, sino que ya ha empezado a pagar alguna de las facturas por su permanencia en la Moncloa. Esto constituye todo un acto de “autonepotismo” (uso del cargo y de los recursos pĆŗblicos para asegurarse la poltrona de Presidente del Gobierno de EspaƱa, al margen del principio de mĆ©rito y capacidad, y del estado de derecho). Sin Ć”nimo de ser exhaustivos, ilustremos lacĆ³nicamente algunas de las contrapartidas de Pedro SĆ”nchez a sus extorsionadores.
Las concesiones de Pedro SƔnchez a los chantajes nacionalistas
Conocido el escrutinio de las elecciones del 23J, los nacionalistas perifĆ©ricos (EH Bildu, PNV, ERC, Junts, BNG) vieron, en la necesidad de apoyos de Pedro SĆ”nchez para mantenerse en la Moncloa, la gran ocasiĆ³n para dar jaque mate al Estado de derecho y a la unidad de EspaƱa. Y no la dejaron escapar, reuniĆ©ndose con el “inquiokupa” de la Moncloa en diferentes patios de Monipodio.
Sin entrar en detalles, en estas rufianescas reuniones, Pedro SĆ”nchez hizo una serie de promesas no pecuniarias a CataluƱa. Por un lado, prometiĆ³ una “ley de amnistĆa” para todos los implicados en el proceso independentista de CataluƱa y en el golpe de estado de octubre de 2017. AdemĆ”s, se comprometiĆ³ a propiciar un “referĆ©ndum de autodeterminaciĆ³n” de CataluƱa, asĆ como una “ley lawfare” para meter en cintura al poder judicial. Por otro lado, ofreciĆ³ un “trato singular” o “relaciones bilaterales”, con mediadores nacionales o internacionales, que implica el reconocimiento del estatus de naciĆ³n para CataluƱa.
Ahora bien, el derrochador Pedro SĆ”nchez tambiĆ©n ha empezado a aflojar los cordones de la bolsa de los recursos pĆŗblicos para gastar, como dicen en El Bierzo, a grifo abierto y atender al chantaje de sus extorsionadores. Citemos, a tĆtulo ilustrativo, algunos de estos chantajes.
En primer lugar, estĆ” la compra de pinganillos, para que los diputados puedan hablar en euskera, gallego y catalĆ”n en el Parlamento. Esta medida fue ilegal, ya que se implementĆ³ antes de que se modificara el Reglamento del Congreso. Fue, ademĆ”s, una medida discriminatoria para los diputados que han mostrado el deseo de hablar en aragonĆ©s, asturiano y aranĆ©s. Por otro lado, carece de toda lĆ³gica y no tiene nada que ver con las necesidades comunicativas. En efecto, se va a traducir del catalĆ”n, euskera y gallego al castellano. ¿Y por quĆ© no, si hubiera un real problema de comunicaciĆ³n, del vasco al catalĆ”n y gallego; o del catalĆ”n al vasco y gallego; o del gallego al catalĆ”n y vasco? Todo esto es un despropĆ³sito, un simple postureo y un despilfarro de recursos.
En segundo lugar, estĆ” el peaje frustrado del estatus del gallego, vasco y catalĆ”n como lenguas cooficiales de la UE, exigido por Junts. Para vencer la lĆ³gica resistencia de la UE, EspaƱa se apresurĆ³ a prometer que asumirĆa el coste: unos 132 millones de € anuales. Pero, ni por esas. Para la UE, se trata de una propuesta precipitada, no argumentada y algo que no es urgente ni prioritario.
Debemos citar tambiĆ©n la red de embajadas(?) de CataluƱa por el ancho mundo. DespuĆ©s del cierre provisional, con la aplicaciĆ³n del art. 155 de la ConstituciĆ³n, la Generalidad de CataluƱa ha vuelto a las andadas, reabriendo y ampliando aĆŗn mĆ”s la red. La Ćŗltima, en noviembre de 2023, en Corea del Sur. Y en estas fruslerĆas se fueron, en 2021, mĆ”s de 90 millones de €.
Por otro lado, hay que referirse a los derroches econĆ³micos, durante mĆ”s de 40 aƱos, por mor de la normalizaciĆ³n(?) lingĆ¼Ćstica del sistema educativo y de la sociedad catalana, mediante la “inmersiĆ³n lingĆ¼Ćstica”. ¡¡¡Tantos recursos humanos y econĆ³micos gastados en este capĆtulo para que, al cabo de varias dĆ©cadas, los resultados positivos no se vean por ningĆŗn sitio, pero sĆ los negativos!!! En efecto, segĆŗn los sucesivos informes PISA, asĆ como las evaluaciones nacionales y catalanas, las competencias lingĆ¼Ćsticas en castellano y catalĆ”n, los niveles en lecto-escritura, en matemĆ”ticas, en conocimientos enciclopĆ©dicos, etc. dejan mucho que desear. A lo que hay que aƱadir el lĆ³gico fracaso y abandono escolares, la repeticiĆ³n de curso, etc.
Para no cansar enumerando otros muchos despilfarros econĆ³micos, es obligado subrayar la condonaciĆ³n (15.000 millones de €) de una parte de la astronĆ³mica deuda (450.000 millones de €) de CataluƱa, hija prĆ³diga donde las haya. Y, por supuesto, hay que citar el manĆ” de los fondos “Next Generation” de la UE: CataluƱa, como no podĆa ser de otra manera, ha sido la primera receptora (hasta ahora, el 18% del total de los fondos para EspaƱa).
Ante este derroche de recursos pĆŗblicos y como reza ese aforismo popular del “culo veo, culo quiero”, las otras CC.AA. dĆscolas no han dudado en exigir el mismo trato dado a CataluƱa. Y no sĆ³lo eso. Como uno de los hermanos Marx que siempre querĆa “dos huevos duros mĆ”s”, tambiĆ©n han aumentado y diversificado, conociendo el talĆ³n de Aquiles de Pedro SĆ”nchez, las exigencias-chantajes.
Y todas estas extorsiones, ¿quiĆ©n las paga?
En la lista inconclusa de concesiones (cf. “ut supra”), unas son despilfarros de cuantiosos recursos pĆŗblicos, despilfarros que fragilizan y contribuyen a poner en entredicho las cuentas pĆŗblicas y el estado de bienestar. Otras (amnistĆa, referĆ©ndum, independencia, etc.) atacan las bases del Estado de derecho, lo que provoca un peligroso quebranto de la democracia, de la seguridad jurĆdica, etc., preludio de todo tipo de arbitrariedades y de un arriesgado cambio de rĆ©gimen.
“Y todo esto, ¿quiĆ©n lo paga?”, podemos y debemos preguntarnos. Todo esto lo pagarĆ”n los espaƱoles honestos, leales, ejemplares, decentes, virtuosos y respetuosos con la legalidad vigente, vĆctimas de un “Estado anti-Robin Hood” y de un yonqui del poder. Por un lado, al tener que satisfacer los chantajes de las CC.AA.-hijas prĆ³digas, la inmensa mayorĆa de los espaƱoles veremos incrementados los impuestos, para hacer frente a los despilfarros, generadores de dĆ©ficit y de deuda galopantes. Y, por el otro, deberĆ”n arrostrar problemas sin cuento al haber sido degradado el estado de bienestar y el estado de derecho, que tanto costaron crear. Como dijo alguien de cuyo nombre no puedo acordarme, “a veces es necesario y forzoso que un hombre se sacrifique por un pueblo, pero nunca que un pueblo entero deba sacrificarse por un hombre”.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
“Ley de RestauraciĆ³n de la Naturaleza” (LRN), huertos fotovoltaicos y parques eĆ³licos
A iniciativa del Consejo Europeo, pero con el voto en contra de tres comisiones (Agricultura, Pesca y Medio Ambiente), los partidos de izquierda del Parlamento Europeo aprobaron, por una corta mayorĆa (336 votos a favor, 300 en contra y 13 abstenciones), el pasado 12 de julio, la propuesta de reglamento conocido como “Ley de restauraciĆ³n de la naturaleza” (LRN). A partir de ahora, se iniciarĆ”n negociaciones para fijar el texto definitivo de los objetivos y las obligaciones vinculantes para los paĆses miembros de la UE.
La “Ley de RestauraciĆ³n de la naturaleza” (LRN)
SegĆŗn la exposiciĆ³n de motivos, la “LRN” ha sido elaborada sobre la base de “constataciones documentales” (?) y de “la mejor y mĆ”s reciente informaciĆ³n cientĆfica” (?). En base a ello, se afirma perentoriamente que, en la UE, se ha producido una pĆ©rdida de la biodiversidad y una degradaciĆ³n de los ecosistemas (el 80% de los hĆ”bitats europeos estĆ”n en mal estado), que perjudican muy seriamente a las personas, a la economĆa y al clima. Y, como el tiempo apremia, para garantizar un futuro habitable y saludable, es absolutamente necesario tomar “medidas urgentes” para “restaurar los ecosistemas degradados” y asĆ asegurar nuestra supervivencia, nuestro bienestar, nuestra prosperidad y nuestra seguridad a largo plazo. SĆ³lo asĆ la UE serĆ” resiliente y se trabajarĆ” en pos de “una sola salud”, concepto que establece una relaciĆ³n intrĆnseca entre la “salud humana”, la “salud animal” y “una naturaleza saludable”.
El objetivo general (cf. arts. 1 y 4) de la LRN consiste, por lo tanto, en la “recuperaciĆ³n continua, a largo plazo y sostenible, de una naturaleza rica en biodiversidad, en todas las zonas terrestres y marĆtimas de la UE, mediante la restauraciĆ³n de los ecosistemas terrestres, costeros y de agua dulce”, hasta que todos se encuentren en buen estado. Ahora bien, ante la gravedad de la degradaciĆ³n de la naturaleza, hay que actuar urgentemente, para que la naturaleza virgen vuelva por sus fueros. Por eso, de aquĆ a 2050, deben ser restaurados progresivamente el 90% de los ecosistemas degradados.
La piedra angular de esta restauraciĆ³n es conseguir restablecer la “conectividad natural”. Por un lado, en los rĆos; esto implica demoler embalses, pantanos, presas, azudes, para facilitar la circulaciĆ³n de los peces (truchas, salmones, anguilas, etc.); algo que se estĆ” haciendo ya en EspaƱa, donde mĆ”s de un centenar de embalses han sido derruidos, a pesar de la “pertinaz sequĆa” que estĆ” castigando al campo espaƱol. Y, por el otro, la conectividad de las zonas forestales, lo que implica reducir las zonas agrĆcolas, que son autĆ©nticos cortafuegos. Ahora bien, quedan fuera de la “LRN” los cada vez mĆ”s numerosos, extensos y antiecolĆ³gicos parques eĆ³licos y huertos de placas solares, que son considerados de interĆ©s pĆŗblico y que crecen, como las setas en otoƱo, en las montaƱas y en las llanuras de EspaƱa.
Efectos indeseados o ¿deseados? de la “LRN”
Aplicar la “LRN” y hacerlo en tan corto espacio de tiempo van a tener efectos lesivos tanto para los profesionales del sector primario (agricultores, ganaderos y pescadores) como para los ciudadanos, en general, e incluso para la naturaleza, que se pretende regenerar, recuperar y salvar. En efecto, las asociaciones agrarias, ganaderas y piscĆcolas (ASAJA y SOS Rural) han levantado la voz contra una ley mal pensada, poco realista e inaplicable, y tambiĆ©n contra los eurodiputados espaƱoles, tildados de “traidores”, al haber aprobado la “LRN”, diseƱada por burĆ³cratas que nunca han pisado la tierra, sin el concurso-consenso de los profesionales del sector y, mĆ”s bien, contra ellos.
La “LRN” va a provocar una pĆ©rdida de tierras de cultivo y de caladeros, en detrimento de la producciĆ³n de alimentos. Y esto va a poner en peligro el medio de vida y los ingresos de agricultores, ganaderos y pescadores por partida doble: por la reducciĆ³n de las tierras de cultivo y caladeros; y por tener que sufragar las restauraciones con los fondos de la PAC. Y esto, a su vez, va a agravar la crisis de rentabilidad, el relevo generacional, el envejecimiento y el abandono del sector primario espaƱol, lo que va a potenciar aĆŗn mĆ”s la desertizaciĆ³n demogrĆ”fica de la EspaƱa vaciada y vacĆa.
AdemĆ”s, con la “LRN”, se pondrĆ” en peligro la soberanĆa o autonomĆa alimentaria de la UE, que va a depender, para nutrir a sus ciudadanos, de terceros paĆses que, en general, no son tan cuidadosos con la conservaciĆ³n de la naturaleza, como exige Bruselas a los 27. Por otro lado, se verĆ” afectado el medio ambiente del planeta (degradaciĆ³n de los ecosistemas en otros lugares del mundo para poder alimentar a los europeos; y huella de carbono a causa del trasporte desde paĆses lejanos). Y esto denota una gran hipocresĆa y una falta de coherencia de la UE, que importa alimentos vitales para alimentar a los europeos, al tiempo que exporta agresiones y degradaciĆ³n de la naturaleza a terceros paĆses para producirlos y conseguirlos.
Bula para los huertos solares y los parque eĆ³licos
Como hemos indicado ut supra, con la “LRN” se pretende recuperar la naturaleza degradada y hacer que Ć©sta vuelva por sus fueros. Sin embargo, quedan fuera de la misma los parques eĆ³licos y los huertos de placas solares, en aras del interĆ©s pĆŗblico para potenciar e implantar las energĆas renovables. Ahora bien, ¿estos parques y huertos no degradan la naturaleza, los ecosistemas y los paisajes, y no son un autĆ©ntico atentado de lesa ecologĆa? ¿Y la producciĆ³n de alimentos y la autonomĆa e independencia alimentaria de la UE no son tambiĆ©n de interĆ©s pĆŗblico? Por eso, si alguien considera que la “LRN” es coherente, lĆ³gica y ecologista, ¡Que venga Dios y lo vea!
Un ejemplo ilustrativo de este crimen ecolĆ³gico lo tenemos en el Bierzo (LeĆ³n), crimen denunciado por un manifiesto de la FundaciĆ³n Prada a Tope. AquĆ, como en otras regiones de EspaƱa, estĆ”n proliferando los huertos solares, que ocupan o van a ocupar las tierras de labranza (hortalizas, Ć”rboles frutales y viƱas) del Bierzo Bajo; y los parques eĆ³licos, encaramados en la cimas de las montaƱas que circundan todo el Bierzo. Esta incoherencia flagrante me ha hecho recordar esa cita de Groucho Marx, que se puede aplicar a los burĆ³cratas desnortados de Bruselas y de aquĆ, y que reza asĆ: “Ćstos son mis principios. Si no les gustan, tengo otros”.
Moraleja
Los profesionales del sector agrario y ganadero, como los cazadores, son los mĆ”s interesados en la restauraciĆ³n y el cuidado de la naturaleza, pero no se ha tenido en cuenta ni su voz ni su voto en la elaboraciĆ³n de la “LRN”, elaborada con criterios ideolĆ³gicos y no tĆ©cnicos. Ćsta ha sido impuesta por esos falsos profetas del ecologismo, el lobby de “ecolojetas”, aposentado en Bruselas, y aprobada por el descarriado Parlamento Europeo, ese cementerio de elefantes de la casta polĆtica europea. Estos estĆ³magos agradecidos y aquellos “ecolojetas”, como hubiera dicho A. PĆ©rez-Reverte, tienen mucha “ideologĆa” y muy poca “biblioteca”.
Para agricultores y ganaderos, la agricultura es naturaleza domesticada y no habrĆ” ni restauraciĆ³n de la misma, ni sostenibilidad, ni lucha contra el cambio climĆ”tico, sin un campo rentable. Como dejĆ³ para posteridad AristĆ³teles, “primum vivere, deinde philosophare”: primero hay que tener las necesidades vitales cubiertas, que ya habrĆ” tiempo para filosofar. O, como dice la sabidurĆa popular, no se puede desvestir un santo para vestir otro.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
“Y tambiĆ©n dos huevos duros”
En una delirante, hilarante y sarcĆ”stica escena de la pelĆcula de los hermanos Marx, “Una noche en la Ć³pera”, Groucho pide a un camarero una ristra de platos de comida. A cada plato del supermenĆŗ, reacciona Chico con “Y tambiĆ©n dos huevos duros”, mientras suena la bocina de Harpo, y Groucho apostilla: “en lugar de dos, pon tres”. Con el paso del tiempo, esta expresiĆ³n “marxista”, “tambiĆ©n dos huevos duros”, indica que una peticiĆ³n o una promesa o una oferta o una propuesta son ilusorias, desproporcionadas, engaƱosas, falsas, mentirosas, imposibles,… i.e. un brindis al sol.
He traĆdo a colaciĆ³n esta escena cinematogrĆ”fica porque le viene como anillo al dedo al Dr. Cum Fraude, Pedro SĆ”nchez , que algunos tildan de “Pedrocho” o “Pinocho”, y que, como la SantĆsima Trinidad, personifica a los tres hermanos Marx en uno, su “Sanchidad”. En efecto, desde hace meses y con la vista puesta en las sucesivas elecciones, se ha dedicado a prometer el oro y el moro. Y, una vez verbalizada una promesa, ha aƱadido “illico” nuevas promesas, nuevos “huevos duros”. Vayamos al grano.
Los “dos huevos duros” de la precampaƱa y la campaƱa del 28M
En la precampaƱa y la campaƱa del 28M, el Presidente yonqui del poder, alias “Pues Eso”, dueƱo de la bolsa del Estado y del BOE, no dudĆ³ en prometer, a grifo abierto, todo aquello que los votantes, principalmente jĆ³venes, querĆan oĆr. Un dĆa, 50.000 pisos de la Sareb, incrementados, al dĆa siguiente, en 43.000 viviendas mĆ”s; en 20.000, un dĆa despuĆ©s,…; y asĆ, hasta llegar a las 180.000 soluciones habitacionales. Otro dĆa prometiĆ³ a los jĆ³venes el bono “interrail” europeo y nacional. Y, en dĆas sucesivos y tambiĆ©n para los jĆ³venes, nuevos huevos duros: un bono cultural, avales hipotecarios y crĆ©ditos ICO, mĆ”s dinero para becas y para la formaciĆ³n profesional. Otro dĆa, mĆ”s huevos duros: ayudas para la agricultura, para la ganaderĆa y para la EspaƱa vaciada y vacĆa. Otro dĆa, les tocĆ³ una pequeƱa pedrea a los jubilados: ir al cine por 2 €; dulcificar el copago de los medicamentos de los pensionistas. Y, asĆ, un larguĆsimo etcĆ©tera. No hubo dĆa sin promesas, sin sus “dos huevos duros”. Fue tal el ritmo vertiginoso de verbalizaciĆ³n de las mismas que Peridis, en una de sus viƱetas, hace decir a NĆŗƱez FeijĆ³o: “ No te pases, Pedro, deja algo para las generales”.
Y, por supuesto, todo esto y mucho mĆ”s gastando lo que no tenemos, financiado con deuda pĆŗblica, que se ha incrementado ya en 303.000 millones de euros, en los Ćŗltimos 4 aƱos del generoso despilfarrador P. SĆ”nchez. Esta deuda es la pesada hipoteca que tendrĆ”n que pagar, sin comerlo ni beberlo, las futuras generaciones, por la mala gestiĆ³n y/o el despilfarro y/o el latrocino de los recursos pĆŗblicos por parte de la casta polĆtica, de alta cuna o de baja cama.
A pesar de tanta dĆ”diva virtual, sus “queridos niƱos” —asĆ denomina David Trueba* a los votantes, en un ilustrativo y revelador relato donde narra lo que se cuece entre bastidores de las campaƱas electorales— no mordieron estos anzuelos, no cayeron en la trampa y le dieron una lecciĆ³n de jarabe democrĆ”tico a este engreĆdo y narcisista tahĆŗr del Mississipi, Pedro SĆ”nchez, que tuvo que morder el polvo de un batacazo en toda regla y sin paliativos el 28M.
Los “dos huevos duros” de la precampaƱa y la campaƱa del 23J
A las pocas horas de conocido el fracaso en toda regla de Pedro SĆ”nchez y de los partidos de izquierdas, en las elecciones municipales y autonĆ³micas del 28M, el “okupa” de la Moncloa, el Dr. Cum Fraude, adelantĆ³ las elecciones generales, previstas para fin de aƱo, al 23J. Este adelanto electoral fue la seƱal de salida de una nueva precampaƱa electoral para hacerse, como hubiera dicho Miguel Delibes, con “el disputado voto del Sr. Cayo”, el prĆ³ximo 23J.
Desde el momento de la convocatoria de estas elecciones (30 de mayo) y hasta el inicio de la campaƱa oficial (el 7 de julio), que es cuando escribo este texto, el mentiroso compulsivo de la Moncloa se ha dedicado fundamentalmente a comportarse cual pavo real en los medios de comunicaciĆ³n. Pero, con el fin de preparar el terreno mediĆ”tico, el mismo dĆa de la convocatoria para el 23J, regĆ³ generosamente con una lluvia de 440 millones de euros a los medios de comunicaciĆ³n “apesebrados”.
Hecho esto, a lo largo de la precampaƱa para el 23J, por un lado, se ha hecho invitar a los programas de radio y TV, con mĆ”s audiencia y en “prime time”, para mostrar su narcisista plumaje de pavo real y para aplicar concienzudamente el consejo de Joseph Goebbels: «Miente, miente, miente que algo quedarĆ”, cuanto mĆ”s grande sea una mentira mĆ”s gente la creerĆ”». Y, por el otro, se ha dedicado a entrevistar a sus ministros, en “petit comitĆ©” (Pedro SĆ”nchez no soporta el algodĆ³n de la calle, que lo abuchea cada vez que aparece en pĆŗblico), para seguir mintiendo, esta vez, a cuatro manos. Con esta sobreexposiciĆ³n mediĆ”tica persiguiĆ³ ocupar, en exclusividad, el espacio en los medios de comunicaciĆ³n para estar, como hubiera dicho la Mazagatos, en el candelabro, repitiendo las mentiras de rigor e impidiendo que los otros candidatos tambiĆ©n puedan aparecer.
SegĆŗn la mayorĆa de las encuestas, el interfecto sabe que tiene muchas papeletas para ir a engrosar las listas del paro. Por eso, no es descabellado pensar que, en la campaƱa electoral para el 23J, que comienza hoy (del 7 al 21 de julio), el Dr. Cum Fraude pondrĆ” toda la carne en el asador y utilizarĆ” cualquier artimaƱa para no ser desalojado de la Moncloa. De ahĆ que haya que esperar una nueva oleada de promesas y muchos conejos saliendo de la chistera, asĆ como una cascada de mentiras para confundir y engatusar al electorado y poder cantar victoria el 23J.
Moraleja
El comportamiento de Pedro SĆ”nchez es el de muchos o mejor dicho el de todos los polĆticos profesionales, que son alumnos aventajados de Tierno GalvĆ”n, para el que “las promesas electorales se hacen para no ser cumplidas”. En efecto, el polĆtico profesional promete, en campaƱa, lo que tenĆa que haber hecho en la legislatura que acaba; o hace promesas, sabiendo que no van a cumplir con su palabra.
Por otro lado, Pedro SĆ”nchez —ahĆ estĆ”n las hemerotecas— ha mentido y miente como un bellaco o incumple lo prometido o hace lo contrario de lo prometido o, como dice Ć©l eufemĆsticamente, “ha cambiado de opiniĆ³n”. Por eso, ha perdido toda credibilidad entre los votantes. Y, como dijo AristĆ³teles, “la recompensa del mentiroso es no ser creĆdo aun cuando diga la verdad”. La diarrea verbal de Pedro SĆ”nchez es ilustrada de esta cita de Alexander Pope: “el que dice una mentira no sabe quĆ© tarea ha asumido, porque estarĆ” obligado a inventar veinte mĆ”s para sostener la certeza de la primera”. Como dirĆa el fulero de la Moncloa, “Pues eso”. ¡A mentir tocan!
Los votantes tuvieron memoria y criterio, y no se dejaron engaƱar el 28M. Parece lĆ³gico y razonable que, casi dos meses despuĆ©s, el 23J, no hayan sufrido una amnesia y descabalguen del poder, con la honda del voto, al Dr. Cum Fraude. De no hacerlo, habrĆa que recordar a los votantes esa cita de George Orwell, que reza asĆ: “Un pueblo que elige corruptos, impostores, mentirosos, ladrones y traidores no es vĆctima, es cĆ³mplice”.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
JosĆ© Luis BalbĆn, ¿dĆ³nde estĆ”s? ¡Vuelve!
Desde hace ya demasiados aƱos, cuando me pongo a escuchar o a visionar un debate o una tertulia o una entrevista, me pegunto cĆ³mo los medios de comunicaciĆ³n son capaces, en general, de producir tamaƱa bazofia y cĆ³mo la sociedad espaƱola se la traga tan plĆ”cidamente y con tanta fruiciĆ³n. Y esta basura audiovisual va cada vez a mĆ”s. Entonces, me viene a las mientes el recuerdo de La Clave de JosĆ© Luis BalbĆn. Y me dirijo a Ć©l telepĆ”ticamente para preguntarle dĆ³nde estĆ” y para rogarle que vuelva.
La Clave de BalbĆn
CorrĆan los primeros dĆas de enero de 1976 cuando el segundo canal de TVE (UHF) empezĆ³ a emitir un novedoso programa de debate, propuesto, presentado y moderado por J.L. BalbĆn: La Clave. Este programa era un “copy-paste” del francĆ©s “Les dossiers de l’Ć©cran”, en antena desde hacĆa ya una dĆ©cada y con un Ć©xito arrollador en Francia.
A aquellos que, entonces, eran menores de edad o que todavĆa no habĆan nacido, les informo que La Clave ha quedado como uno de los programas modĆ©licos de debates televisivos y como uno de los grandes hitos en la historia de la televisiĆ³n espaƱola. Fue el programa mĆ”s intelectual y uno de los de mayor calidad (el 5Āŗ, en un ranking de 100) de la historia de la televisiĆ³n en EspaƱa. Era emitido en directo y en prime time, en las noches del viernes o del sĆ”bado o del domingo.
El formato del mismo incluĆa cuatro elementos: 1. PresentaciĆ³n del tema de debate y de los invitados por parte del moderador; 2. ExhibiciĆ³n de un largometraje sobre el tema del debate; 3. Debate entre los tertulianos y con los telespectadores; y 4. Al final de cada programa, se proporcionaba una bibliografĆa sobre el asunto debatido, para que los televidentes pudieran profundizar en el tema.
Los tertulianos invitados, entre los cuales habĆa siempre algĆŗn extranjero, eran especialistas en el tema del debate, pero con opiniones contrapuestas. Sin embargo, respetaban la cortesĆa lingĆ¼Ćstica y no vociferaban para argumentar, aplicando el aforismo atribuido a Leonardo da Vinci, que reza asĆ: “Quien de verdad sabe de quĆ© habla, no encuentra razones para levantar la voz”. Ahora bien, podĆan interpelarse e intervenir en cualquier momento para evitar los monĆ³logos consecutivos y propiciar un autĆ©ntico y vivo debate. Con el formato del programa, con el tipo de tertuliano, con la dinĆ”mica de los debates y con los temas tratados (sociales, culturales, cientĆficos y polĆticos) se contribuyĆ³ a empoderar a los ciudadanos espaƱoles, al informarlos y al formarlos, durante los primeros aƱos de la TransiciĆ³n, en los valores democrĆ”ticos.
El show de los debates, de las tertulias y de las entrevistas de hogaƱo
Hoy, en todas las cadenas de radio y de televisiĆ³n, han proliferado las entrevistas, las tertulias, los debates y los opinadores. Pero ni las unas ni los otros son, en general, lo que fue La Clave de BalbĆn y sus invitados, semanalmente renovados (tema nuevo y, lĆ³gicamente, nuevos y autĆ©nticos expertos). Dejando de lado las tertulias-debates chafarderas sobre cuestiones del corazĆ³n, podemos diferenciar, en las cadenas de televisiĆ³n, tres grandes tipos de tertulias (o debates), colonizadas por esos tertulianos que suelo denominar “todĆ³logos”: personajes indocumentados que han poblado los medios, que le hincan el diente a cualquier tema y que, segĆŗn la periodista Cristina SĆ”nchez, no son mĆ”s que “estĆ³magos agradecidos de polĆticos y prebostes locales”.
Algunas tertulias son autĆ©nticas ratoneras para alguno de los invitados. La presencia de este verso suelto tienen dos motivaciones: por un lado, poder afirmar que estas tertulias partidistas son plurales; y, por el otro, hacer del verso suelto un sparring o muƱeco de feria que recibe los golpes bajos y premeditados de los otros contertulios. Es el caso, entre otras, de “Preguntes FreqĆ¼ents” (TV3).
Otras tertulias estĆ”n organizadas en dos bandos, situados estratĆ©gicamente los unos frente a los otros (cf. La Sexta Noche). AsĆ, en este cuadrilĆ”tero, se organiza un pugilato verbal y la pseudo tertulia muestra su verdadera catadura: ser un show y un divertimento o pasatiempo para los televidentes, a la altura de esos programas de telebasura de Tele 5. Los tertulianos son autĆ©nticos “showmans”, que no persiguen ni informar ni formar a los oyentes. Para ellos y para las cadenas de televisiĆ³n, como hubiera dicho R. Kapuscinski (2016), “la verdad [o la informaciĆ³n] no es importante […]. Lo que […] cuenta es el espectĆ”culo y las audiencias. Y, una vez que hemos creado la informaciĆ³n-espectĆ”culo, […] cuanto mĆ”s espectacular es la informaciĆ³n, mĆ”s dinero podemos ganar con ella”. En el guirigay de estos pseudodebates o pseudotertulias, el quitarse la palabra y el uso de las vociferaciones, como argumento de autoridad, son el pan nuestro de cada dĆa. Y el que mĆ”s chifle (grite), capador. ¡Lamentable espectĆ”culo y mal ejemplo!
Finalmente, otras tertulias son monocolores: todos los tertulianos son de la misma tendencia o camada (cf. El Gato al Agua de El ToroTV; El Cascabel, de TreceTV; Al Rojo Vivo de La Sexta;…). En Ć©stas, bajo la batuta del director-moderador de turno, reina el orden y la cortesĆa lingĆ¼Ćstica, ¡no faltarĆa mĆ”s! Sin embargo, la pluralidad de opiniones no estĆ” ni se la espera. Y, por otro lado, en estas tertulias sĆ³lo se escucha la voz de sus amos: el poder polĆtico o econĆ³mico.
“Todo es mentira”
Ante estas tipologĆas de debates y tertulias, podemos preguntarnos si, como reza el nombre del programa de Risto Mejide (cf. Cuatro TV), “todo es mentira”. Como acuĆ±Ć³ el sociĆ³logo Gustave Le Bon, “Las masas (las audiencias) nunca han sentido sed por la verdad. […] Quien sepa engaƱarlas serĆ” fĆ”cilmente su dueƱo; quien intente desengaƱarlas serĆ” simplemente su vĆctima [y perderĆ” las audiencias]”. Por eso, podemos y debemos preguntarnos: ¿Los periodistas apesebrados estĆ”n al servicio de los escuchantes y televidentes? ¿Su hacer es periodismo? Creo que no. Eso es mancillar y prostituir la noble y necesaria actividad del cuarto poder.
Ante este panorama, tiene todo su sentido que me dirija mentalmente a J.L. BalbĆn para preguntarle y rogarle: ¿DĆ³nde estĆ”s? ¡Vuelve! Como ya has pasado a mejor vida, reencĆ”rnate en algĆŗn periodista joven y transmĆtele tu “savoir-faire” y tu “savoir-ĆŖtre. La salud informativa y formativa de los espaƱoles estĆ”n en juego, y, por lo tanto, la democracia real, informada y consciente.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
El “bilingĆ¼ismo cordial” de NĆŗƱez FeijĆ³o
DIACRONIA DE UNA IDEA. En 2007, siendo jefe de la oposiciĆ³n, Alberto NĆŗƱez FeijĆ³o acuĆ±Ć³ la fĆ³rmula del “bilingĆ¼ismo cordial”, cuando el Gobierno PSOE-BNG aprobĆ³ el Decreto 124/2007, de 28 de junio, por el que se regula el uso y la promociĆ³n del gallego en el sistema educativo. Este decreto ponĆa fin al “bilingĆ¼ismo armĆ³nico” y a la “paz lingĆ¼Ćstica” —imperantes con Manuel Fraga Iribarne— y propiciaba una inmersiĆ³n lingĆ¼Ćstica solapada.
Ese mismo aƱo, surgiĆ³, en Galicia, la asociaciĆ³n Galicia BilingĆ¼e con el objetivo de plantar cara a la polĆtica lingĆ¼Ćstica del Gobierno del PSOE-BNG y para reivindicar, entre otras cosas, el derecho a la libre elecciĆ³n de lengua en la enseƱanza. FeijĆ³o se comprometiĆ³, entonces, a satisfacer la reivindicaciĆ³n de esta asociaciĆ³n, si ganaba las elecciones autonĆ³micas de 2009. Las ganĆ³ por mayorĆa absoluta. Pero se olvidĆ³ de la promesa, como es habitual en la casta polĆtica, y, en su lugar, propuso un “trilingĆ¼ismo cordial” (33% de gallego, 33% de espaƱol y 33% de inglĆ©s), criticado hoy por Gloria Lago, la presidente de la asociaciĆ³n Hablamos EspaƱol, por su “Ć©xito dudoso”. En efecto, ante los resultados insatisfactorios, los padres prefieren que sus hijos no sigan consumiendo el menĆŗ del “trilingĆ¼ismo cordial”.
En abril de 2022, en el marco del congreso del PP en Sevilla, NĆŗƱez FeijĆ³o, elegido presidente del partido, enarbolĆ³ nuevamente la bandera del “bilingĆ¼ismo cordial” como talismĆ”n de una polĆtica lingĆ¼Ćstica racional y razonable para el conjunto de CC.AA. con dos lenguas cooficiales. Con este bilingĆ¼ismo que, segĆŗn Ć©l, habĆa dado buenos resultados (?) en Galicia, pretende acabar con el ninguneo del castellano como lengua vehicular e institucional en las precitadas CC.AA. Y, ante estos cantos de sirena, algunas asociaciones de esos que se tildan defensores del espaƱol en CataluƱa se han dejado seducir, como siempre, y se han reunido con FeijĆ³o, en octubre de 2022, para tener unos nuevos minutitos de gloria y ser engaƱados una vez mĆ”s.
EL ORĆCULO DE FEIJĆO. Pero, para FeijĆ³o, ¿quĆ© es el “bilingĆ¼ismo cordial”? Con este sintagma quiere significar que las dos lenguas (el castellano y la lengua cooficial) deben convivir en armonĆa en las CC.AA. con dos lenguas cooficiales. Por esto, deben ser estudiadas y, ademĆ”s, ser vehiculares en la escuela, en igualdad de condiciones para que los alumnos aprendan bien las dos y, luego, se expresen libremente en la que consideren mĆ”s oportuna. Para Ć©l, la “inmersiĆ³n” de CataluƱa y de otras CC.AA., que han copiado el sistema catalĆ”n, no casa con el “bilingĆ¼ismo cordial”. En efecto, la inmersiĆ³n nunca es cordial ni voluntaria sino una imposiciĆ³n y provoca un agravio comparativo entre las dos lenguas cooficiales y una discriminaciĆ³n del castellano. Para FeijĆ³o, por lo tanto, el “bilingĆ¼ismo cordial” es un “no” a la inmersiĆ³n y un “sĆ” a la convivencia armoniosa, pacĆfica y amable de las lenguas en contacto.
LOS TALONES DE AQUILES DEL BILINGĆISMO CORDIAL. Ahora bien, la etiqueta “bilingĆ¼ismo cordial” de FeijĆ³o suena bien, pero es un ejemplo mĆ”s de lo polĆticamente correcto, que no aporta ninguna soluciĆ³n y sĆ³lo busca araƱar votos para alcanzar el poder. Esta denominaciĆ³n es ambigua, confunde y no permite designar una propuesta, realista y razonable, de polĆtica lingĆ¼Ćstica para todas las CC.AA. con dos lenguas cooficiales. Veamos.
Por un lado, el tĆ©rmino “bilingĆ¼ismo” denota realidades muy diferentes. Por eso, no hay una definiciĆ³n unĆvoca y aceptada por todos los lingĆ¼istas. Y, en consecuencia, Ć©stos han propuesto una serie de tipologĆas para poner un poco de orden semĆ”ntico. Entre ellas, el bilingĆ¼ismo social vs. el individual; el perfecto o ideal vs. el imperfecto o real; el minimalista vs. el maximalista; el sustractivo vs. el aditivo; el semilingĆ¼ismo; el acultural, etc. Ahora bien, ¿a quĆ© bilingĆ¼ismo se refiere FeijĆ³o con su “bilingĆ¼ismo cordial” y quĆ© quiere expresar la Presidente de la Asamblea por una Escuela BilingĆ¼e (AEB), Cristina Losada, uno de los defensores del espaƱol en CataluƱa, con su “bilingĆ¼ismo real y equilibrado”? FeijĆ³o y la profesora Losada utilizan el verbo en vano, como papagayos, sin saber de lo que hablan y ejecutan una partitura que sĆ³lo suena bien. Pero, eso es todo.
Por otro lado, el apellido “cordial” (amable, amistoso, “friendly”, como dirĆan los ingleses) es una afirmaciĆ³n gratuita y sin fundamento, si se observa quĆ© sucede cuando dos lenguas entran en contacto en una sociedad (CataluƱa, PaĆs Vasco, etc.) o en un locutor concreto (los ciudadanos de estas CC.AA.). En efecto, el contacto de lenguas, en general, nunca es cordial, pacĆfico, amable o armonioso. Entre ellas se establece siempre una relaciĆ³n de fuerzas, de competiciĆ³n —provocada por el estatus de las lenguas en contacto, por las situaciones de comunicaciĆ³n, por los intereses, las motivaciones y las decisiones de los interlocutores— para conseguir llevarse el gato lingĆ¼Ćstico al agua. AdemĆ”s, para que un bilingĆ¼ismo sea “cordial” o “amable” es necesario amar las lenguas. Y no se puede amar por imperativo legal y testicular, como pretenden los polĆticos nacionalistas-independentistas.
En tercer lugar, segĆŗn FeijĆ³o, con el “bilingĆ¼ismo cordial”, los alumnos podrĆ”n aprender bien las dos lenguas y, como correlato, adquirir mejor los contenidos curriculares. ¡Craso error! Esta pontificaciĆ³n denota que FeijĆ³o no sabe cĆ³mo se aprenden las lenguas ni en quĆ© consiste saber una lengua; ni tampoco lo que es tener unas buenas competencias en lectura y en escritura. Las evidencias tangibles demuestran que los alumnos no aprenden ni la una ni la otra “comme il faut”, y, como hubiera escrito Michel de Montaigne, no tienen una cabeza, ni bien llena ni bien organizada.
Finalmente, FeijĆ³o afirma que, con el “bilingĆ¼ismo cordial”, los alumnos y los ciudadanos espaƱoles podrĆ”n usar el castellano o la lengua autonĆ³mica libremente. Esto no sucede en ninguna CC.AA. ni tampoco en Galicia donde ha gobernado durante 13 aƱos. En efecto, en Galicia, la lengua gallega debe ser la Ćŗnica lengua de uso y de comunicaciĆ³n tanto en las instituciones, incluso las educativas (relaciones mutuas e internas, asĆ como para redactar las actas, los comunicados, los anuncios, etc.), como en la vida econĆ³mica, comercial, social y en los medios.
ERGO. De lo expuesto se desprende que el concepto de “bilingĆ¼ismo cordial” es una ocurrencia y un ejemplo mĆ”s de esas palabras vacĆas y de circunstancias de los miembros de la casta polĆtica, que verbalizan lo que desean oĆr los votantes. En el pasado, FeijĆ³o usĆ³ el verbo en vano y no cumpliĆ³ lo prometido. Por eso, si llega a la Moncloa en las prĆ³ximas elecciones, podemos y debemos preguntarnos si tendrĆ” agallas para enfrentarse a la irracional y antipedagĆ³gica “inmersiĆ³n” y para implantar, en todas las CC. AA. con dos lenguas cooficiales, una polĆtica lingĆ¼Ćstica, elaborada con la opiniĆ³n experta de aquellos que saben de quĆ© va la cosa (lingĆ¼istas, psicolingĆ¼istas, etc.) y pensada sĆ³lo en funciĆ³n de los intereses de los ciudadanos y no de los sectarios nacionalistas de la casta polĆtica.
Cuando el PP ha estado gobernando en CC.AA. con dos lenguas cooficiales (Baleares, Valencia, Galicia) o cuando ha ocupado el Gobierno de EspaƱa, a veces, con mayorĆa absoluta, no ha hecho nada para racionalizar las polĆticas lingĆ¼Ćsticas y poner coto al despropĆ³sito educativo de los nefastos programas de inmersiĆ³n. Por eso, es previsible que con FeijĆ³o todo siga igual en todas la CC.AA. con dos lenguas cooficiales: inmersiĆ³n pura y dura, y consolidaciĆ³n de la marginaciĆ³n del castellano como lengua vehicular de la enseƱanza.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
“Lengua vehicular” vs. “lengua curricular”
Esta dicotomĆa (“lengua vehicular”: catalĆ”n vs. “lengua curricular”: castellano) no es el resultado de un debate autĆ©ntico, reposado y argumentado sino el fruto del contubernio, en el patio de Monipodio catalĆ”n, entre nacionalistas-independentistas-golpistas (ERC, Junts, Comuns y PSC). ¿CĆ³mo se llegĆ³ a este desenlace, en esa guerra que se traen entre manos el TSJC —con sus sucesivas y reiteradas sentencias condenatorias de la polĆtica lingĆ¼Ćstica catalana— y el Gobierno de la Generalidad de CataluƱa —con el desacato permanente y sistemĆ”tico a las mismas— ante la actitud expectante y leguleya de los que se tildan “defensores del espaƱol en CataluƱa”? Veamos.
Desde hace demasiados aƱos, la Generalidad de CataluƱa ha estado jugando al ratĆ³n y al gato con los tribunales de justicia. En diciembre de 2020, el TSJC emitiĆ³ una sentencia firme (5201/2020, de 16 de diciembre), con la que obliga a la Generalidad a tomar las medidas necesarias para garantizar, de manera efectiva e inmediata, la enseƱanza mediante el uso vehicular normal de las dos lenguas oficiales (catalĆ”n y castellano), en porcentajes que no podrĆ”n ser inferiores al 25%. Ante los oĆdos sordos y la inacciĆ³n de la Generalidad, a principios de mayo de 2022, el TSJC emitiĆ³ un auto requiriendo al Consejero de EducaciĆ³n de la Generalidad para el cumplimiento de la sentencia, en un plazo mĆ”ximo de 15 dĆas.
La Generalidad, para escurrir el bulto y no cumplir la sentencia, quiso utilizar la vĆa parlamentaria mediante una “ProposiciĆ³n de ley sobre el uso y el aprendizaje de las lenguas oficiales en la enseƱanza no universitaria”. Ahora bien, esta coartada torticera fue abortada por VOX, C’s y el PPC, al solicitar el dictamen de la misma al Consejo de GarantĆas Estatutarias. Entonces, el Gobierno de la Generalidad se vio obligado a improvisar una vĆa alternativa y una coartada nueva, para seguir en sus trece, aprobando el “decreto ley 6/2022, de 30 de mayo, sobre la elaboraciĆ³n, la aprobaciĆ³n, la validaciĆ³n y la revisiĆ³n de los proyectos lingĆ¼Ćsticos en la enseƱanza no universitaria”.
Tanto la “proposiciĆ³n de ley” abortada (pero, finalmente ratificada por el Parlamento de CataluƱa, el 8 de junio de 2022) como el “decreto ley” pretenden escamotear el cumplimiento de la sentencia del TSJC y, por eso, el contenido de ambos textos es coincidente. Por un lado, rechazan el uso de cualquier tipo de porcentaje para determinar el peso vehicular del catalĆ”n y del castellano. AdemĆ”s, precisan que el catalĆ”n, como lengua propia de CataluƱa, es la lengua normalmente utilizada, la “lengua vehicular” y de aprendizaje y la lengua de uso normal en la acogida del nuevo alumnado. Sin embargo, reservan para el castellano la condiciĆ³n de “lengua curricular”, que no es lo mismo que “lengua vehicular”, como analizaremos a continuaciĆ³n. Por otro lado, la regulaciĆ³n de los usos y del aprendizaje de las lenguas oficiales debe hacerse, precisan hipĆ³critamente, con “criterios pedagĆ³gicos y sin perder de vista los polĆticamente correctos “objetivos de la normalizaciĆ³n lingĆ¼Ćstica”. Finalmente, al final de la escolaridad obligatoria, los alumnos deben haber adquirido el dominio oral y escrito de las dos lenguas (catalĆ”n y castellano), algo inalcanzable, en el caso del castellano, al no ser lengua vehicular.
En los enlaces dados en el pĆ”rrafo anterior, se desvelan algunas de las mentiras y de las incoherencias de la polĆtica lingĆ¼Ćstica en CataluƱa. Por eso, a continuaciĆ³n, sĆ³lo se harĆ”n algunas consideraciones relativas a la dicotomĆa, que opone el catalĆ”n, “lengua vehicular”, al castellano, “lengua curricular”.
Las lenguas, fruto de un consenso social, son y deben ser siempre instrumentos funcionales, para facilitar la vida en sociedad. Por lo tanto, nadie (y menos aĆŗn cualquier piernas de la casta polĆtica catalana) puede violar las reglas del contrato lingĆ¼Ćstico y preƱar —a su antojo y a la ligera—, las unidades lingĆ¼Ćsticas con nuevos significados, para llevar el agua al molino nacionalista-independentista-golpista catalĆ”n. Si se aceptase esto, el mito de la torre de Babel serĆa una realidad. La vida en sociedad serĆa imposible. Y se instaurarĆa la ley de la selva lingĆ¼Ćstica y del mĆ”s fuerte. Por eso, permitamos que hablen las ciencias del lenguaje y de la educaciĆ³n, y escuchemos, al menos, sus aportaciones.
En la enseƱanza-aprendizaje de las lenguas, los lingĆ¼istas, los pedagogos y los “didactĆ³logos” utilizamos el sintagma “lengua vehicular” para referirnos a la lengua que es utilizada como instrumento para enseƱar y aprender las distintas materias curriculares o saberes (geografĆa, matemĆ”ticas, historia, etc.).
Por otro lado, “curricular” y “currĆculo” son dos tĆ©rminos pertenecientes a la misma familia y tienen un contenido semĆ”ntico, en parte, comĆŗn. El “currĆculo” es el “plan de estudios” o el “conjunto de enseƱanzas o materias que, […], han de cursarse para cumplir un ciclo de estudios u obtener un tĆtulo”, RAE “dixit”. Por lo tanto, aplicar el adjetivo “curricular” a la lengua castellana, como en el sintagma “lengua curricular”, es afirmar que el castellano es sĆ³lo objeto de estudio, una materia mĆ”s y no un instrumento para adquirir conocimientos. En consecuencia, el sintagma “lengua curricular” no es sinĆ³nimo de “lengua vehicular”, como quieren hacernos creer los indocumentados polĆticos de ERC, Junts, PSC y Comuns, asesorados (?) por ciertos lingĆ¼istas de cabecera apesebrados, como Albert Branchadell, por ejemplo, cuya deontologĆa profesional deja mucho que desear.
La dicotomĆa “lengua vehicular vs. lengua curricular” ha sido el Ćŗltimo parto de la ingenierĆa lingĆ¼Ćstica de la casta polĆtica catalana, para ningunear una vez mĆ”s a los tribunales y perpetrar un nuevo desacato a las sentencias judiciales. No podemos dejarnos robar el lenguaje. Si lo permitimos, entonces estamos perdidos. Como ha escrito muy acertadamente Santiago TrancĆ³n, “el arma mĆ”s eficaz de la polĆtica es el lenguaje. […]. Imponer un tĆ©rmino, dominar y controlar su significado, es imprescindible para ganar la batalla polĆtica. El que lo logre, gana; el que no, pierde”.
Por eso, hay que tener cuidado con los neologismos de los nacionalistas-independentistas-golpistas catalanes; Ć©stos no dan puntada sin hilo lingĆ¼Ćstico. Pero, hay que tener cuidado tambiĆ©n con el TSJC que ha fijado arbitrariamente el 25% de la enseƱanza en castellano. ¿Y por quĆ© no el 50% o el 70% 0 el 95%?, podemos y debemos preguntarnos. AdemĆ”s, hay que tener cuidado con aquellos que se tildan defensores del espaƱol en CataluƱa. Ćstos han librado batalla tras batalla sĆ³lo en el campo polĆtico y jurĆdico, sin conseguir ningĆŗn resultado tangible y positivo, olvidando que los argumentos mĆ”s potentes y contundentes, que no han utilizado nunca, los proporcionan las ciencias del lenguaje y de la educaciĆ³n.
De ahĆ que haya que cambiar de interlocutores y dirigirse a padres y alumnos para hacerles comprender que de la gestiĆ³n lingĆ¼Ćstica depende el buen funcionamiento de la escuela, que adolece de problemas muy graves: abandono escolar prematuro, fracaso escolar, deficiencias gravĆsimas en las competencias enciclopĆ©dicas y lingĆ¼Ćsticas de los escolares, por citar sĆ³lo algunos. Ćstos son los retos y los argumentos de peso, que podrĆan movilizar a la ciudadanĆa, para instaurar una polĆtica lingĆ¼Ćstica flexible, racional y razonable, y no los leguleyos.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
Los neoanalfabetos espaƱoles
En la introducciĆ³n de uno de sus ensayos (*), CĆ©sar Vidal relata su vivencia personal como profesor universitario. Entre 2003 y 2007, impartiĆ³ docencia universitaria en cursos de posgrado. Sus alumnos, por lo tanto, eran licenciados, doctorandos o doctores, seleccionados entre los primeros de cada promociĆ³n de distintas universidades. “Eran la flor y la nata, sin duda, pero una flor y una nata que […] sabĆa muy poco”, puntualiza.
Por eso, ante la escandalosa carencia de conocimientos de sus alumnos, C. Vidal decidiĆ³ comenzar cada clase con un sencillo test de 10 preguntas sobre el tema que se iba a abordar en clase. Los resultados obtenidos eran siempre “reveladores… y desoladores”. Y lo peor, sigue puntualizando C. Vidal, es que todos los alumnos estaban infectados con el virus de lo polĆticamente correcto. AdemĆ”s, en sus trabajos escritos, se mostraban aventajados visitantes del “rincĆ³n del vago”: entraban a saco en Internet, plagiando descaradamente lo primero que encontraban.
Ante esta lamentable y criticable realidad, ratificada por expertos nacionales y por organismos internacionales (OCDE), C. Vidal no culpa de ello a los depauperados estudiantes sino al desastroso sistema educativo espaƱol y al cuerpo docente que, en vez de enseƱarles y hacerles adquirir conocimientos con fundamento, les hicieron perder el tiempo con fruslerĆas. Por eso, para colmar las lagunas culturales de los jĆ³venes universitarios y para aplacar la sed de cultura de buena parte de la sociedad espaƱola, C. Vidal escribiĆ³ el ensayo precitado. En Ć©l explicita el menĆŗ, la planificaciĆ³n y la dosificaciĆ³n de “lo que hay que leer”, de “lo que se debe contemplar”, de “lo que se debe escuchar” y de “lo que se debe ver en teatro y en cine”, para ser un “honnĆŖte homme” moderno.
Siguiendo el programa propuesto, pero sin escatimar un esfuerzo constante y un trabajo sistemĆ”tico, precisa C. Vidal, “una persona que comenzara absolutamente de cero, […], al cabo de un aƱo, tendrĆa una cultura superior a la de la mayorĆa de los jĆ³venes que entran en la universidad y, al cabo de otro aƱo mĆ”s, superarĆa a la aplastante mayorĆa de nuestros licenciados”. E, incluso, a los profesores, segĆŗn Gabriel Albiac, que es catedrĆ”tico de filosofĆa en la universidad.
Las graves y decepcionantes constataciones de C. Vidal puede hacerlas tambiĆ©n cualquier honesto profesor universitario. Por lo que respecta a los contenidos culturales o enciclopĆ©dicos, los estudiantes son, en general, como constata C. Vidal, autĆ©nticas “tabula rasa”. Por otro lado, y esto es aĆŗn mucho mĆ”s grave, los nuevos estudiantes llegan a la universidad sin los conocimientos instrumentales absolutamente necesarios para sacar provecho de la estancia en la universidad. En efecto, sus competencias en lectura y en expresiĆ³n oral y escrita tienen mĆ”s agujeros que un queso gruyer. Y, con alforjas tan livianas, no se pueden pedir peras al olmo ni ir muy lejos. Y lo mĆ”s grave de todo es que no son conscientes de esto y, por eso, no manifiestan ningĆŗn interĆ©s en adquirir estos conocimientos instrumentales para llegar a ser autĆ³nomos en las enseƱanzas y los aprendizajes universitarios y en la formaciĆ³n continua o continuada posterior; y, asĆ, poder abandonar el estatus de aves de corral, siempre dependientes de esos lazarillos llamados profesores, y volar como Ć”guilas reales.
La vivencia de C. Vidal y la mĆa propia me han traĆdo a las mientes un ensayo (**) de Pedro Salinas sobre los analfabetos, los alfabetos y los neoanalfabetos. Para Ć©l, la lectura y la escritura son dos aprendizajes escolares fundamentales, que transmutan a los seres humanos de “analfabetos” (no saber leer ni escribir), que es el estado congĆ©nito del ser humano, en “alfabetos” (saber leer y escribir). Ahora bien, en EspaƱa, demasiados espaƱoles alfabetizados no leen y no escriben nunca o leen y escriben muy poco y sĆ³lo sobre temas profesionales. SegĆŗn P. Salinas, en ambos casos, por falta de uso, se produce una regresiĆ³n, que devuelve a los “alfabetizados” al “analfabetismo prĆstino”, convirtiĆ©ndolos en “neoanalfabetos” o “analfabetos funcionales”.
La vuelta al redil del neoanalfabetismo y de la incultura no es fruto de la casualidad sino de la causalidad. Sin Ć”nimo de ser exhaustivo, sĆ³lo quiero indicar dos causas. Por un lado, la calidad de la enseƱanza en EspaƱa, que deja muchĆsimo que desear. En 40 aƱos, ha habido 9 reformas educativas, para disimular los deplorables resultados educativos espaƱoles (abandono escolar, porcentajes de repetidores y de suspensos, deficientes competencias adquiridas por los alumnos, etc.) en las evaluaciones internacionales. Estos cambios normativos han degradado progresiva e inexorablemente la educaciĆ³n espaƱola. Para muestra, basta el botĆ³n de la Ćŗltima reforma de la ministra Pilar AlegrĆa: se puede promocionar de curso con suspensos, las recuperaciones dejan de ser obligatorias, se puede obtener el tĆtulo de ESO y de Bachillerato con asignaturas suspensas, recorte de contenidos en historia, en filosofĆa, etc.
Y, por el otro, el consumo desenfrenado y masivo de los productos accesibles por medio de pantallas (TV, mĆ³viles, tabletas, ordenadores,…) ha contribuido a degradar, aĆŗn mĆ”s, las competencias culturales o enciclopĆ©dicas y lingĆ¼Ćsticas de la poblaciĆ³n espaƱola. El mal uso y el abuso masivos de las pantallas, como ha quedado demostrado en otro lagar, son fĆ”bricas de cretinos digitales, empeoran los resultados escolares, dificultan el desarrollo cognitivo, degradan la salud de los usuarios y, al propiciar la multitarea, no contribuyen a hacer ninguna bien, segĆŗn los principios de la “calidad total”.
Hoy, todos los espaƱoles hemos pasado por la escuela y muchos o demasiados, por la universidad. Sin embargo, todo parece indicar que nuestro paso por el sistema educativo no ha permitido inocularnos el virus de la lectura y de la cultura. De ahĆ, el liliputiense bagaje cultural y lingĆ¼Ćstico de las jĆ³venes generaciones, universitarias o no. Y el desprecio hacia todo lo que huele a cultura y a buen saber-hacer lingĆ¼Ćstico.
Ahora bien, si seguimos el programa y el camino propuesto por C. Vidal en el ensayo precitado, conseguiremos tener, como hubiera dicho Michel de Montaigne, no sĆ³lo “une tĆŖte bien pleine” sino tambiĆ©n “une tĆŖte bien faite”. Para ello, como reza un mensaje publicitario de Atresmedia, para vacunarnos contra los estragos de las pantallas, “levantemos la cabeza”, que tenemos siempre ocupada por alguna de las numerosas y castrantes pantallas o “cajas tontas”. E inoculĆ©monos a nosotros mismos el virus de la lectura y del comercio lingĆ¼Ćstico tradicional, “en tĆŖte Ć tĆŖte”, como fuentes prioritarias de divertimento, de ocio, de socializaciĆ³n y de informaciĆ³n-formaciĆ³n.
(*) CĆ©sar Vidal (2007), El Camino hacia la Cultura. Lo que hay que leer, ver y escuchar, Planeta, Barcelona.
(**) Pedro Salinas (1983), “Defensa, implĆcita, de los viejos analfabetos” (pp. 255-274), in El defensor, Alianza Editorial, Madrid.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
Caso Pegasus: “¿Y…? ¿DĆ³nde estĆ” el problema?
En las Ćŗltimas semanas, se ha producido una nueva tormenta mediĆ”tica y polĆtica, provocada, una vez mĆ”s, por los nacionalistas-independentistas-golpistas catalanes, que no dan puntada sin hilo por la causa secesionista. Ćstos han salido en tromba, como los de Fuenteovejuna, a partir del 18 de abril de 2022, al conocerse, a travĆ©s de la revista The New Yorker, un informe del informĆ”tico independentista Elies Campo, personaje vinculado a “Tsunami DemocrĆ tic” y a los CDR, y miembro de la plataforma canadiense Citizen Lab (Universidad de Toronto).
SegĆŗn el precitado informe, a travĆ©s del CNI o de otros Ć³rganos gubernamentales (PolicĆa Nacional o Guardia Civil), el Gobierno de EspaƱa se habrĆa dedicado a espiar a unos 60 nacionalistas-independentistas-golpistas catalanes por medio del software Pegasus. Este “malware” se habrĆa infiltrado e instalado en los mĆ³viles de los susodichos con una simple llamada o un envĆo anĆ³nimo, sin que las vĆctimas tuvieran que hacer “clic” en ningĆŗn enlace y sin que se dieran cuenta de ello. Este programa malicioso, aunque no es el Ćŗnico en el mercado del espionaje (Sourghum, Hacking Team, Exodus, Sitel, etc. son algunos otros), habrĆa permitido un control total de los usuarios de los mĆ³viles infectados: sus ubicaciones, sus conversaciones, sus imĆ”genes, sus videos, sus correos, sus listas de contactos, sus fotos,…
El software Pegasus, ideado por la empresa israelĆ NSO Group, sĆ³lo puede ser adquirido, en principio, por los Gobiernos legĆtimos, para sus servicios de seguridad. De ahĆ que las sospechas de los espiados se hayan dirigido hacia los ministerios de Interior y de Defensa. Ahora bien, la compaƱĆa israelĆ que lo comercializa, por un lado, debe elaborar previamente un expediente del comprador para detectar posibles usos indebidos; y, por el otro, a posteriori, debe vigilar el uso que se hace del mismo para que no se violen los derechos humanos. Con este instrumento informĆ”tico, en teorĆa, se pretende Ćŗnicamente ayudar a los Estados a combatir el crimen organizado y el terrorismo. Por eso, la mayorĆa de los paĆses europeos se han dotado de Ć©l o de uno similar (cf. “ci-dessus”).
El descubrimiento de este presunto espionaje a los nacionalistas-independentistas-golpistas catalanes, que participaron activamente en el “procĆ©s” de independencia de CataluƱa y por lo que algunos fueron condenados, ha provocado una cascada de dimes y diretes, aparentemente a cara de perro, entre los supuestos espiados y el presunto espĆa, el Gobierno de EspaƱa. Los primeros se han rasgado las vestiduras ante el presunto espionaje, ilegal para ellos, que ha puesto en entredicho la democracia espaƱola; y han sacado a pasear nuevamente el victimismo habitual, para llevar el agua a su molino y asĆ rentabilizarlo. El Gobierno de EspaƱa, en un primer momento, se ha dedicado a escurrir el bulto y a marear la perdiz a la espera de que, con el paso del tiempo, los medios se centrasen en otras cuestiones.
Ahora bien, con el paso de los dĆas y tirando del hilo del presunto ovillo del espionaje, se ha descubierto que el espionaje no sĆ³lo ha existido realmente sino que, ademĆ”s, se ha practicado contra todo quisqui: tanto contra los extraƱos (los nacionalistas-independentistas catalanes, i.e. los enemigos de EspaƱa, de la legalidad vigente, de los principios y valores democrĆ”ticos,…) como contra los propios (miembros del Gobierno: P. SĆ”nchez, M. Robles, F. Grande-Marlaska, etc.). Y el espionaje se ha hecho tanto desde aquĆ (EspaƱa) como desde el “exterior” (extranjero), FĆ©lix BolaƱos dixit.
En este guirigay de reproches por parte de los nacionalistas-independentistas-golpistas catalanes, de la parte podemita del Gobierno y de los herederos de la banda terrorista ETA y ante la reacciĆ³n “maricomplejinesca” de Pedro SĆ”nchez y de su Gobierno, han surgido dos Agustinas de AragĆ³n, Margarita Robles y Macarena Olona. Ćstas, en la sesiĆ³n de control al Gobierno del miĆ©rcoles 27 de abril de 2022, verbalizaron —como el niƱo del cuento de H. Ch. Andersen “El rey desnudo”— verdades como puƱos, lo que millones de espaƱoles piensan, las cuatro verdades del barquero, recogidas en los arts. 1 y 2 de la Ley 11/2002, de 6 de mayo, reguladora del Centro Nacional de Inteligencia
Margarita Robles, le preguntĆ³ a la diputada de la CUP Mireia VehĆ: “¿QuĆ© tiene que hacer un Estado, un Gobierno, cuando alguien vulnera la ConstituciĆ³n, cuando alguien declara la independencia, corta las vĆas pĆŗblicas, cuando realiza desĆ³rdenes pĆŗblicos, cuando alguien estĆ” teniendo relaciones con dirigentes polĆticos de un paĆs que estĆ” invadiendo Ucrania?”. ¿Ponerles la alfombra roja? No. ¡Hasta ahĆ podĆamos llegar! Pues eso, hay que controlarlos, atarlos cortos, siempre legalmente, y aplicarles sĆ³lo la ley, pero todo el peso de la ley.
Por su lado, Macarena Olona, en la misma sesiĆ³n de control y dirigiĆ©ndose a los conmilitones de los nacionalistas-separatistas-golpistas catalanes, les leyĆ³ la cartilla asĆ: «LĆderes independentistas catalanes supuestamente espiados por los servicios de Inteligencia espaƱoles… ¿Y…? ¿DĆ³nde estĆ” el problema? ¿Que les han espiado? Poco, poco les han espiado porque en 2017 dieron un golpe de Estado y porque han prometido que volverĆ”n a hacerlo. Porque representan una amenaza para el Estado espaƱol y el Estado estĆ” obligado a defenderse de las amenazas», se respondiĆ³ ella misma, ante la mirada culpable, huidiza y avergonzada del ministro de la Presidencia, FĆ©lix BolaƱos.
La casta polĆtica, de alta cuna o de baja cama, es fiel a su catadura moral: sin principios ni valores, va a lo suyo, estĆ” ocupada y preocupada por poner a salvo su pesebre y su cubil, amorrada a las ubres del erario pĆŗblico. Y si, alrededor de ellos, el mundo se derrumba y se instaura la ley de la selva, esto la deja indiferente. En efecto, unos, Pedro SĆ”nchez y sus muchachos, quieren permanecer, si es posible “sine die”, en el Gobierno de EspaƱa; los otros, siempre con el raca-raca, dando pasos, despacio pero sin pausa, para llevar a cabo el programa independentista del cleptĆ³mano Jordi Pujol, que Ć©l mismo resumiĆ³, hace lustros y “de verbo ad verbum”, con estas cuatro palabras: “hoy paciencia; maƱana, independencia”. Ante estas actitudes despreciables y censurables de la casta polĆtica —de aquĆ, de allĆ, de derechas, de izquierdas, de centro— vienen como anillo al dedo aquellas palabras de Martin Luther King, que rezan asĆ: “No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin Ć©tica. Lo que mĆ”s me preocupa es el estremecedor silencio de los buenos”. Menos mal que dos Agustinas de AragĆ³n, Margarita Robles y Macarena Olona, han roto el silencio para indicarnos que el rey va desnudo y el camino a seguir.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
Compromeses amb el bĆ squet, compromesos amb Ripollet
El CB Ripollet estĆ a punt de tancar la temporada de la represa desprĆ©s de la pandĆØmia de la COVID19. Tots els equips de l’entitat han pogut jugar les seves respectives competicions, donant-ho tot allĆ on ho han fet. Felicitats i moltes grĆ cies, jugadores i jugadors, equips tĆØcnics, familiars i aficiĆ³ per la vostra feina i dedicaciĆ³!
La junta ha preparat una planificaciĆ³ de futur perquĆØ el club consolidi la seva estructura i al mateix temps, creixi de manera natural com qualsevol entitat similar del paĆs.
Una de les actuacions previstes Ć©s ampliar i refermar la base formativa del club. L’Escoleta i l’Escola ja sĆ³n una realitat que volem fer crĆ©ixer i que ha de proveir de jugadores i jugadors tots els graons base del CB Ripollet. Mixt, fins allĆ on ho permetin les reglamentacions i en doble lĆnia femenina i masculina. Disposar d’una base ferma Ć©s la garantia de normalitat i continuĆÆtat del CB Ripollet. Ćs la garantia que les nenes i els nens que ho vulguin, tinguin l’edat que tinguin, puguin jugar a bĆ squet als equips del club.
La previsiĆ³ per la temporada vinent, la 2022 – 2023, comporta doblar els equips del CB Ripollet. Un salt quantitatiu, pel que fa al nombre de fitxes de jugadores i jugadors, i qualitatiu, perquĆØ el bĆ squet en sortirĆ beneficiat, tant en la prĆ ctica de l’esport com en la transmissiĆ³ de valors a les persones que vestiran la samarreta del club. Com hem fet fins ara i seguirem fent allĆ on juguem.
Aquest projecte per la temporada 2022 – 2023 necessita que el club augmenti les hores d’ocupaciĆ³ de les diverses instal·lacions esportives de Ripollet per entrenaments i competicions. El CB Ripollet Ć©s conscient de quines sĆ³n aquestes instal·lacions i que no som l’Ćŗnica entitat esportiva del poble. TambĆ© sabem i celebrem la idea del govern municipal de construir un nou pavellĆ³, una necessitat que s’hauria d’haver entomat fa molts anys i que sent optimistes, trigarem diverses temporades en veure’l operatiu.
El creixement de la nostra entitat necessita mĆ©s hores per entrenaments i per joc que ja ha sol·licitat a l’Ajuntament. Unes hores de qualitat, adaptades a cada esquadra, necessĆ ries per refermar i fer sĆ²lida la proposta esportiva i social del CB Ripollet. Per aixĆ² formulem pĆŗblicament una proposta perquĆØ l’Ajuntament de Ripollet habiliti els espais del poble necessaris que garanteixin les necessitats de la nostra entitat. Patis d’Escola o naus industrials, entre altres equipaments, poden ser habilitats i preparats perquĆØ aquests anys abans no arribi el nou pavellĆ³, s’hi pugui practicar l’esport que ens agrada amb garanties. El CB Ripollet ja s’ha compromĆØs pĆŗblicament presentant el seu pla de consolidaciĆ³ i creixement i demana amb fermesa que l’Ajuntament de Ripollet tambĆ© ho faci.
Necessitem saber ja quines solucions i amb quin calendari d’aplicaciĆ³ seguirĆ l’Ajuntament per atendre les peticions del club. El bĆ squet, vosaltres i nosaltres, Ripollet, necessita que el projecte de creixement i consolidaciĆ³ del CB Ripollet no s’aturi. Les persones que formen l’entitat ho tenim molt clar i ens comprometem a fer-lo possible. Exigim, de manera constructiva, que l’Ajuntament de Ripollet ens faci costat. Que jugui al nostre equip.
Juntes, junts, som mƩs forts, som mƩs fortes.
Club BĆ squet Ripollet
GrĆ cies, Ripollet!
Ser integrant del Club BĆ squet Ripollet Ć©s un actiu que totes les veĆÆnes i veĆÆns del poble que ho vulguin poden gaudir. TambĆ© altres persones d’arreu que combreguin amb els valors blaus. Un d’aquests pilars, la solidaritat, sempre ha estat present en el nostre ADN com a club.
Amb aquest escrit vull ressaltar la iniciativa d’una jugadora del sĆØnior femenĆ, na Blanca Perdiguer. Ella Ć©s fisioterapeuta i actualment Ć©s a l’Equador com a membre d’un equip multidisciplinar que atĆ©n a la poblaciĆ³ del departament de Esmeraldas, un dels mĆ©s empobrits d’aquell paĆs centreamericĆ .
Amb molt poc temps na Blanca ens va explicar la seva anada a l’Equador, en una estada solidĆ ria d’un mes i mig organitzada per l’AssociaciĆ³ Internacional de Sanitaris d'Espanya. Podia endur-se dues maletes. Una amb l’equipatge personal i una altra amb medicaments i productes sanitaris, necessaris per atendre a les persones equatorianes. Calia omplir la maleta de tot el necessari i na Blanca va demanar al Club BĆ squet Ripollet ajuda per fer-ho. Dit i fet. En pocs dies treballĆ rem de valent, enrolant als mitjans de comunicaciĆ³ del municipi, farmĆ cies i ciutadania, aconseguint que el poble de Ripollet i arreu, tocat per la crida blava, omplĆssim la maleta de medicaments i material sanitari.
En nom de na Blanca i del Club BĆ squet Ripollet, grĆ cies. Moltes grĆ cies a tothom. Ripollet Ć©s un poble solidari. El treball i l’esforƧ conjunt ens ha permĆØs, a totes i a tots, assolir l’objectiu establert.
NĆŗria Gorina i Gorgori
Presidenta del Club BĆ squet Ripollet
Resultados deficientes, en la enseƱanza-aprendizaje del castellano en CataluƱa, con la inmersiĆ³n
Por imperativo del artĆculo 3.1. de la ConstituciĆ³n, todos los espaƱoles (y los catalanes, vascos, valencianos,… lo son) tenemos el deber de conocer y el derecho a usar, en todo tiempo y lugar, la lengua oficial del Estado, el castellano. Ahora bien, para poder conocerlo y poder usarlo, es absolutamente necesario que sea estudiado y adquirido por todos los niƱos, adolescentes y jĆ³venes durante la edad escolar o formativa. Y, por su lado —es otra deducciĆ³n lĆ³gica— las autoridades educativas, tanto estatales como autonĆ³micas, deben prever y proveer todos los medios humanos, materiales y temporales para poder conseguirlo. AsĆ de claras quedan las cosas, explĆcita o implĆcitamente, en la Carta Magna.
Para los partidarios y los defensores de la inmersiĆ³n lingĆ¼Ćstica en catalĆ”n (el catalĆ”n es la Ćŗnica lengua vehicular de la enseƱanza, mientras que el castellano es privado de esta funciĆ³n y sĆ³lo es enseƱado como asignatura, como si se tratara de un lengua extranjera), este modelo materializa las previsiones constitucionales. AdemĆ”s, lo tildan de un “modelo de Ć©xito”, que garantiza la “cohesiĆ³n social”, la “igualdad de oportunidades” y el “dominio adecuado de las dos lenguas” (catalĆ”n y castellano). Ćste es el mantra que repiten, como papagayos, cada vez que dicho modelo es puesto en tela de juicio. Ahora bien, las evidencias cientĆficas, factuales y empĆricas ponen de manifiesto que, con el modelo de inmersiĆ³n, es imposible dar cumplimiento al mandato constitucional y, ademĆ”s, ponen en evidencia la sinrazĆ³n de sus defensores y patrocinadores. Vayamos por partes y desfagamos el entuerto.
Para empezar, hay que decir alto y claro que la inmersiĆ³n lingĆ¼Ćstica en catalĆ”n es un despropĆ³sito psico-pedagĆ³gico, que no conduce al dominio de la lengua de Cervantes ni al desarrollo cognitivo de los alumnos ni al Ć©xito escolar. Basta con tener en cuenta las aportaciones al respecto de Rosa Sensat y Miquel SiguĆ”n, que no son sospechosos de ser anticatalanistas.
Estos dos psicopedagogos catalanes, preocupados y ocupados tanto por propiciar una renovaciĆ³n pedagĆ³gica en el sistema educativo de CataluƱa como por “catalanizar la escuela”, coinciden en dos cuestiones: hay que impartir una enseƱanza de y en las dos lenguas (catalĆ”n y castellano); ahora bien, las primeras enseƱanzas-aprendizajes (hasta los 14 aƱos) se deben hacer en la lengua materna o propia del alumno (o catalĆ”n o castellano), para introducirlo progresivamente en la otra lengua. Ćsta fue la argumentaciĆ³n, pedagĆ³gicamente correcta y que coincide tambiĆ©n con el criterio de la UNESCO, para justificar y apoyar la enseƱanza del y en catalĆ”n durante la TransiciĆ³n. Ahora bien, lo que era vĆ”lido entonces no lo es hoy dĆa. Y se ha vuelto a la polĆtica lingĆ¼Ćstica discriminatoria de la Ć©poca franquista pero, esta vez, contra el castellano.
Por otro lado, para explicar el grado de competencia alcanzado en una lengua, segĆŗn el sociolingĆ¼ista Basil Berstein y la experiencia docente propia o ajena, hay una relaciĆ³n muy estrecha entre la competencia lingĆ¼Ćstica en la lengua vehicular de la enseƱanza (“cĆ³digo elaborado” vs. “cĆ³digo restringido”), la clase social y los resultados escolares. El cĆ³digo elaborado, propio de las clases sociales favorecidas y tambiĆ©n de la escuela, conduce mĆ”s frecuentemente hacia el Ć©xito escolar. Sin embrago, el cĆ³digo restringido, lengua de las clases desfavorecidas pero no de la escuela, lleva mĆ”s frecuentemente al fracaso escolar. Si esto sucede cuando la lengua vehicular de la enseƱanza coincide con la lengua materna de los alumnos, ¿quĆ© sucede cuando la lengua vehicular de la escuela (el catalĆ”n) es una lengua distinta de la materna (el castellano), como es el caso de la mayorĆa de los alumnos catalanes? Lo lĆ³gico serĆ” que el fracaso escolar sea mĆ”s frecuente entre los alumnos cuya lengua materna es el castellano, al que se le ha privado del estatus de lengua vehicular (cf. diagrama “ci-dessus”).
Por su lado, los psicolingĆ¼istas, para tratar de desentraƱar cĆ³mo se favorece el desarrollo de la facultad del lenguaje y la adquisiciĆ³n-aprendizaje de las lenguas (catalĆ”n, castellano, etc.), han ideado una serie de modelos explicativos. SegĆŗn el “modelo cognitivista”, el nivel de competencia (cĆ³digo restringido o cĆ³digo elaborado), alcanzado en una lengua determinada, depende de la cantidad, de la variedad, de la intensidad y de la calidad de los “inputs” lingĆ¼Ćsticos, que recibe el alumno en los contextos familiar, escolar y social. Ahora bien, es la escuela la que permite el dominio del “cĆ³digo elaborado” (competencia superior y funcional para actuar de manera eficaz en cualquier situaciĆ³n de comunicaciĆ³n) y la que propicia que los alumnos transiten del estatus de “analfabeto” al de “alfabeto” (i.e. del no saber leer ni escribir al saber leer y escribir). AsĆ, si el castellano no es tambiĆ©n lengua vehicular de la enseƱanza, la cantidad de los “inputs” recibidos por los alumnos castellanohablantes no tendrĆ”n la variedad, la intensidad y, sobre todo, la calidad necesarias para asegurar un buen aprendizaje del castellano y alcanzar un “bilingĆ¼ismo equilibrado”, base y fundamento del Ć©xito escolar, social y profesional.
Finalmente, en educaciĆ³n comparada, si observemos lo que se hace en los paĆses de nuestro entorno (Francia, Alemania, Inglaterra, Italia, …), podemos constatar que, en todos estos paĆses, se imparte una enseƱanza diaria de la lengua oficial para modelar las 4 competencias fundamentales (comprender, hablar, leer y escribir); y tambiĆ©n una enseƱanza en esas lenguas, como lenguas vehiculares. Ćstas son las condiciones que permiten adquirir una lengua como instrumento eficaz de comunicaciĆ³n, en todo tiempo y lugar. No ver esto, por parte de los responsables polĆticos y de los profesionales de la enseƱanza, es estar ciego o, aĆŗn peor y mĆ”s grave, no querer ver ni saber. Y este es el caso de todos aquellos que o no aceptan el estatus de lengua vehicular para el castellano o de aquellos que aceptan ciegamente sĆ³lo el 25%. ¿Y por quĆ© no el 50% u otro porcentaje mayor?
Ahora bien, lo grave de la inmersiĆ³n lingĆ¼Ćstica es que, desde hace dĆ©cadas, en CataluƱa, se viola impunemente el precepto constitucional del art. 3.1. y se estĆ” cometiendo un autĆ©ntico latrocinio lingĆ¼Ćstico, en aras de los objetivos polĆticos independentistas. Y nadie (ni padres, ni alumnos, ni el Gobierno Central, ni la justicia, ni las numerosas asociaciones y plataformas, ni ciertos partidos polĆticos), hasta el momento, ha sido capaz de poner fin a este desaguisado, que se ha llevado a cabo con la colaboraciĆ³n necesaria, cĆ³mplice, sumisa e irreflexiva del profesorado, que parece que no sabe o que realmente no sabe ni cĆ³mo se aprende una lengua, ni en quĆ© consiste leer ni quĆ© es eso de escribir o redactar, ni ha reflexionado sobre las causas del fracaso y del abandono escolares en CataluƱa.
Ante este estado de cosas, me han venido a la mente dos citas de Manuel AzaƱa, que vienen como anillo al dedo y que se pueden aplicar a todos aquellos que se han permitido pontificar (en favor o en contra) sobre la inmersiĆ³n en catalĆ”n sin tener nada que decir, ni criterio ni competencia para hacerlo. Una reza asĆ: “Si los espaƱoles hablĆ”semos sĆ³lo de lo que sabemos, se generarĆa un inmenso silencio”. Y la otra, aplicable no sĆ³lo a la casta polĆtica, dice: “No me importa que un polĆtico no sepa hablar, lo que me preocupa es que no sepa de lo que habla”. ¿Por quĆ© no se callan de una vez? Si lo hicieran y escucharan a los que saben, otro gallo nos cantarĆa.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
JosƩ Luis Prada, ejemplo y modelo del buen hacer
En el Bierzo —comarca sita al noroeste de la provincia de LeĆ³n— hay un personaje singular (i.e. Ćŗnico, extraordinario), JosĆ© Luis Prada, creador de la marca del buen hacer, “Prada a Tope”. Esta marca se ha materializado tanto en dos restauraciones-resurrecciones inmobiliarias (La Moncloa de Cacabelos; y el Palacio de Canedo), como en la elaboraciĆ³n de productos (vinos, licores, conservas, etc.) y en la comercializaciĆ³n de los mismos en sus esmeradas tiendas y restaurantes o, como le gusta decir a Ć©l, casas de comidas. Todo ejecutado segĆŗn los cĆ”nones de la “calidad total”. Lo dicho, Prada ha predicado con el ejemplo y es modelo, donde los haya, del buen hacer.
Ahora bien, a Prada le quedaron pequeƱos La Moncloa y el Palacio de Canedo. Por eso, ha pretendido y pretende difundir su buen hacer a lo largo y ancho del Bierzo, para preservar la identidad berciana (costumbres y cultura), para promover el crecimiento de los pueblos, para respaldar la conservaciĆ³n y la restauraciĆ³n de su medio natural y de su patrimonio arquitectĆ³nico, y asĆ crear un “locus amoenus”: un ecosistema que permita una vida mejor, mĆ”s confortable y mĆ”s placentera a los habitantes del mundo rural berciano.
Para ello, Prada concibiĆ³ y creĆ³, hace casi dos dĆ©cadas, la “FundaciĆ³n Prada a Tope”. Y desde Ć©sta y con Ć©sta, ha llevado a cabo una serie de actuaciones concretas. Por un lado, ha hecho surgir de la nada un “Bosque DidĆ”ctico”, que ocupa ya 8 hectĆ”reas y donde se han plantado miles de ejemplares de 80 especies arbĆ³reas distintas, principalmente del Bierzo, convirtiendo el lugar en un genuino y educativo jardĆn botĆ”nico. Por otro lado, tambiĆ©n concede el “Premio CastaƱa de Oro”, con el que se reconoce la labor de bercianos y leoneses, de distintos Ć”mbitos (deporte, periodismo, cultura, enologĆa, gastronomĆa, etc.), que recorren el mundo y que no se olvidan de dar a conocer las esencias del Bierzo. Y, finalmente, convoca y organiza, desde hace 13 aƱos, los “Premios Palacio de Canedo”, que pretenden contribuir a promover el crecimiento de los pueblos del Bierzo, restaurando, respetando y conservando su patrimonio arquitectĆ³nico tradicional.
En un principio, con los “Premios Palacio de Canedo”, se pretendiĆ³ incentivar la restauraciĆ³n-rehabilitaciĆ³n de casas particulares por sus propietarios (Modalidad A). Ahora bien, ante la desidia de las administraciones pĆŗblicas, que dejaban degradarse el patrimonio arquitectĆ³nico pĆŗblico y la imagen de los pueblos o que cometĆan crĆmenes de lesa arquitectura, la FundaciĆ³n Prada a Tope extendiĆ³ los premios a la restauraciĆ³n-rehabilitaciĆ³n de edificios y espacios pĆŗblicos (Modalidad B). Y, para la convocatoria de este aƱo, se han ampliado estos premios con uno nuevo, “Por tu pueblo” (Modalidad C). Con Ć©ste se quiere reconocer e incentivar las iniciativas y acciones de vecinos individuales o de colectivos que, sin esperar subvenciones ni reconocimientos oficiales, pretenden mejorar el ecosistema y la vida en las zonas rurales: adecentamiento, apertura o reapertura de sendas, caminos, nuevas rutas, etc.; limpieza y ornato de los pueblos; mantenimiento y limpieza de cunetas, regueros, regueras, rĆos, etc.
Para los “premios Palacio de Canedo” de este aƱo, el que suscribe presentĆ³ la casa de sus padres, que fue finalista, sita en Almagarinos y restaurada por JosĆ© Marcos GarcĆa. Por eso, fue invitado por la FundaciĆ³n Prada a Tope a la entrega de los precitados premios, que tuvo lugar el 14 de octubre de 2021, en el “sancta santorum” del Palacio de Canedo: la bodega donde se crĆan y se miman los caldos de uvas Godello y MencĆa.
El acto de la entrega de los premios y la posterior celebraciĆ³n gastronĆ³mica, aderezada con buenos caldos y mejores “boccati di cardinale”, fueron un nuevo ejemplo del buen hacer de Prada. Entre los parlamentos que acompaƱaron a cada premio —ademĆ”s de los consabidos “speeches”, en “langue de bois” de la casta polĆtica de alta cuna o de baja cama— quiero destacar el de Javier PĆ©rez AndrĆ©s (periodista en medios de Castilla y LeĆ³n).
DirigiĆ©ndose, primero, a J. L. Prada, le confesĆ³: “Algo hemos hecho mal, Prada, porque, si despuĆ©s de los 30 aƱos que te conozco, si despuĆ©s de los 12 aƱos de premios —que pretendĆan sensibilizar a la poblaciĆ³n rural para con sus casas y sus cosas— sigues estando solo, algo estamos haciendo mal. [En efecto], ¿cĆ³mo se explica que un formato, un modelo tan perfecto siga estando sĆ³lo en las manos de la FundaciĆ³n Prada?”
Y, luego, mirando fĆjamente al presidente del Consejo Comarcal del Bierzo y a los alcaldes de Ponferrada, Bembibre, Carracedelo, Arganza, Torre del Bierzo e IgĆ¼eƱa, patrocinadores de los premios, les preguntĆ³ si no se les caĆa la cara de vergĆ¼enza al dedicar, entre todos ellos, sĆ³lo 14.000€, para alcanzar los objetivos y fines de la FundaciĆ³n Prada a Tope. En efecto, con millones de euros de presupuestos municipales, es vergonzoso que los ayuntamientos precitados inviertan tan Ćnfima cantidad crematĆstica para incentivar la restauraciĆ³n y la conservaciĆ³n del ecosistema berciano, deteriorado tanto por el paso del tiempo como por la desidia y abandono de particulares y de poderes pĆŗblicos, y asĆ convertirlo en el “locus amoenus”, tanto social como econĆ³mico, ecolĆ³gico, cultural, etc. Ante estas verdades del barquero, el alcalde de IgĆ¼eƱa, Alider Presa, pidiĆ³ “un poco de tiempo”. ¿Para quĆ© este tiempo muerto? ¿Para seguir haciendo dejaciĆ³n de sus funciones y despilfarrando el dinero pĆŗblico?, podemos y debemos preguntarnos.
Restaurar viviendas particulares y edificios pĆŗblicos, y cuidar de los pueblos estĆ” muy bien. Y es digno de elogio tanto para los particulares y las instituciones que lo hacen como para La FundaciĆ³n Prada a Tope, que convoca anualmente los “Premios Palacio de Canedo” para reconocerlo, premiarlo y potenciarlo.
Ahora bien, casas y edificios pĆŗblicos restaurados y pueblos cuidados sirven de poco para recuperar el Bierzo, si no se instaura una polĆtica activa para revitalizarlo demogrĆ”ficamente y acabar con el Bierzo cada vez mĆ”s vaciado y vacĆo. Por un lado, parando la sangrĆa de la emigraciĆ³n e instaurando una polĆtica activa de retorno de aquellos bercianos, que estĆ”n dando lo mejor de ellos en otras CC.AA. o en el extranjero. Por eso, tambiĆ©n hay que “reparar y restaurar” la poblaciĆ³n. Y, por el otro, impulsando planes de actividad econĆ³mica. ¿DĆ³nde estĆ”n los frutos de la riada de millones del Plan Miner cuyo objetivo era precisamente dotar al Bierzo de una alternativa al cierre de las minas de carbĆ³n? ¿DĆ³nde ha ido a parar el manĆ” europeo que llegĆ³ al Bierzo y que se malgastĆ³?
Nadie es mĆ”s que nadie y todos somos necesarios, con nuestras capacidades personales y competencias profesionales, para hacer que el Bierzo conserve y/o recupere su idiosincrasia, su ecosistema privilegiado, su cultura, su folclore, la vida econĆ³mica, perdida con el cierre definitivo de las minas de carbĆ³n, y para que el Bierzo renazca, cual ave FĆ©nix, de las cenizas del carbĆ³n. El ejemplo y el modelo del buen hacer ya lo tenemos: la marca “Prada a Tope”. SĆ³lo falta que todos seamos humildes, honestos, hacendosos y “cavadorines”, como decĆa mi madre berciana.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
Camposanto encementado
Con lo que se denominĆ³ “el milagro econĆ³mico espaƱol” (1959-1974), los espaƱoles empezamos a entrar en la sociedad de consumo y tuvimos acceso a productos nuevos y desconocidos para nosotros. Entre Ć©stos, la formica, sĆmbolo y manifestaciĆ³n de una economĆa domĆ©stica saneada y moderna. Por eso, mucha gente de los pueblos reemplazĆ³ las robustas mesas de roble o de castaƱo por las enclenques de formica con patas metĆ”licas o las recubrieron de este nuevo material. Lo mismo sucediĆ³, por citar otro ejemplo, con las fachadas de piedra de las casas, que fueron revocadas y pintadas para esconder la humilde y austera piedra, sĆmbolo de rusticidad y de pobreza. Todo para dar una imagen de modernidad y de holgura econĆ³mica. Hoy pasa lo contrario: se han recuperado los muebles de madera y se estĆ”n desvistiendo las fachadas para poner en valor tanto la madera como la piedra. Estos cambios demuestran, como dijo el diseƱador de interiores, el belga Axel Vervoordt, que “nada pasa de moda tan rĆ”pido como la moda”.
He traĆdo a colaciĆ³n estos comportamientos provocados por el “milagro econĆ³mico espaƱol” para referirme a algo muy similar, que ha acaecido, este verano, en el camposanto o cementerio de Almagarinos (pedanĆa del ayuntamiento de IgĆ¼eƱa, Bierzo Alto), sito en el teso el ArgatĆ³n.
A primeros de agosto de este 2021, una compaƱĆa elĆ©ctrica hizo obras en Almagarinos. Y como le sobrĆ³ hormigĆ³n, la autoridad municipal competente tuvo la nefasta idea de echar o, mĆ”s bien, tirar el mortero sobrante en el camposanto o cementerio, convirtiendo una parte del mismo en un “camposanto encementado” (cf. mensaje icĆ³nico “ci-dessus”). Ahora bien, este hecho merece ser glosado, aunque sĆ³lo sea someramente.
Por un lado, el resultado del precitado encementado es muy peligroso, por su rugosidad, para las personas mayores: como suelen arrastrar los pies al deambular, las caĆdas estarĆ”n aseguradas cuando vayan a visitar los nichos de sus fenecidos seres queridos. Y, aviso para navegantes, la festividad de Todos los Santos y la visita obligada y consuetudinaria a nuestros seres queridos, que pasaron a mejor vida (?), estĆ”n a la vuelta de la esquina.
Por otro lado, estĆ©tica y ecolĆ³gicamente, el encementado es un autĆ©ntico despropĆ³sito y un crimen de lesa estĆ©tica y naturaleza. Es como la formica o el revocado de las paredes, que esconden lo que es natural: la madera y la piedra. Y, en el caso que nos ocupa, el encementado oculta nuestra madre tierra que, mĆ”s tarde o mĆ”s temprano, nos recibirĆ” inexorablemente a todos en su seno, cerrando asĆ el ciclo del que se habla en el GĆ©nesis (3,19): “quia pulvis es et in pulverem reverteris” (“Pues polvo eres y al polvo volverĆ”s").
Lo sucedido en el camposanto de Almagarinos denota que el promotor y responsable municipal de tan descabellada idea y de tan desaguisada acciĆ³n ha creĆdo y cree que el tĆ©rmino “cementerio” estĆ” relacionado con “cemento” y que un buen cementerio es un cementerio encementado. Y no es asĆ. EtimolĆ³gicamente, “cementerio” procede del latĆn “coemeterÄum” y Ć©ste, a su vez, del griego “ĪŗĪæĪ¹Ī¼Ī·Ļį½µĻĪ¹ĪæĪ½” (“koimÄtįørion”), que significa “dormitorio”. De ahĆ que el tĆ©rmino “cementerio” sea definido por la RAE como el “terreno, generalmente cercado, destinado a enterrar cadĆ”veres” para que encuentren el descanso y el sueƱo eternos.
Este “encementamiento” de parte del camposanto no es algo nuevo en Almagarinos. Llueve sobre mojado. Da la impresiĆ³n de que los gestores municipales piensan y creen que la modernizaciĆ³n del pueblo estĆ” en consonancia con la siembra de hormigĆ³n, la ausencia de una polĆtica de plantaciĆ³n de Ć”rboles nuevos y el talado de Ć”rboles en el casco urbano (varios nogales centenarios han sido cercenados en los Ćŗltimos 40 aƱos; entre ellos el que cobijaba, bajo su amplio ramaje, la celebraciĆ³n de los tradicionales concejos abiertos), para alejarlo de lo rĆŗstico y acercarlo a lo urbanita. ¡Craso error!
¡CuidadĆn! No se trata de no urbanizar Almagarinos (y podrĆamos decir lo mismo de muchos otros pueblos de la “EspaƱa vaciada y vacĆa”) sino de hacerlo, con cabeza y en su justa medida, sin destruir o degradar el “locus amoenus”: el ecosistema rural, natural y alejado, como hubiera dicho Fray Luis de LeĆ³n, del mundanal ruido; “locus amoenus” tan deseado y buscado, cada vez mĆ”s, por los urbanitas. En efecto, el “locus amoenus”, junto al “beatus ille”, el “carpe diem” y el “tempus fugit” denotan algunas de las aspiraciones y valores de la Roma clĆ”sica y, en general, del ser humano a lo largo de la historia; y, cĆ³mo no, tambiĆ©n del hombre de principios del siglo XXI. Todos estos tĆ³picos literarios, como escribĆ en otro lugar, van en la misma direcciĆ³n y nos invitan a no dejar para maƱana lo que podamos gozar hoy (“carpe diem”), en un contexto agradable e idĆlico (“locus amoenus”), alejado del mundanal ruido (“beatus ille”), ya que el paso del tiempo (“tempus fugit”) nos conduce rĆ”pido e inevitablemente al dormitorio (i.e. “cementerio), donde encontraremos el reposo y el sueƱo eterno.
Con el “encementamiento” de una parte del camposanto de Almagarinos, los responsables municipales han hecho un pan con unas tortas. Han intentado poner puertas al campo, que es una aberraciĆ³n ecolĆ³gica, estĆ©tica y funcional, que repugna al sentido comĆŗn. En vez del hormigonado, se podrĆa haber respetado el cĆ©sped natural y autĆ³ctono, que crecĆa ante los nichos, o se podrĆa haber echado una simple capa de grava o gravilla o arena; ademĆ”s, se podrĆa haber plantado un arriate de flores y unos Ć”rboles que dieran sombra; y se podrĆan haber instalado unos bancos, como vi, hace aƱos, en el cementerio de Cluj-Napoca (RumanĆa). Todo esto (y no el “encementamiento” del camposanto) harĆa mĆ”s segura, confortable, reposada, agradable y placentera la visita a nuestros queridos antepasados del teso el ArgatĆ³n que, como dijo alguien, estĆ”n muy vivos ya que la muerte sĆ³lo llega con el olvido.
Ante los hechos narrados, los de la casta polĆtica de alta cuna o de baja cama deberĆan ver, oĆr y reflexionar dos veces no sĆ³lo antes de hacer propuestas y de tomar decisiones sino, tambiĆ©n y sobre todo, antes de ejecutarlas. Tomar decisiones y llevarlas a cabo, “porque yo lo valgo”, como reza el eslogan publicitario de L’OrĆ©al, no es de recibo cuando existe la instituciĆ³n del concejo abierto, que propicia y permite el ejercicio de la democracia directa. AsĆ, no se dejarĆa para maƱana lo que se debe hacer bien hoy y los responsables municipales no quedarĆan colgados de la brocha de sus flagrantes poli-incompetencias.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
No hagas hoy lo que puedes hacer maƱana
Como cada aƱo, he vuelto a Almagarinos, pedanĆa del Bierzo Alto, para pasar una parte de las vacaciones estivales. Y me he encontrado una realidad petrificada, sin que el paso del tiempo ni el poder municipal hayan hecho mella en ella. En efecto, como hubiera dicho Sabino FernĆ”ndez Campos, el poder municipal ni ha estado ni se le esperaba, ha estado ausente. Me explico.
Cuando algo no funciona o se ha deteriorado en el Ć”mbito privado (por ejemplo, en nuestra casa se ha roto una persiana o hay una fuga de agua o se ha estropeado un electrodomĆ©stico, etc.), tomamos personal e individualmente medidas para subsanarlo y volver a la normalidad. Ahora bien, cuando algo no funciona o se ha degradado en el Ć”mbito social (vandalismo en el mobiliario pĆŗblico, suciedad e incivismo en las vĆas pĆŗblicas, catĆ”strofe meteorolĆ³gica, etc.), son los poderes pĆŗblicos los encargados de darles una soluciĆ³n. Para esto les hemos elegido, para esto estĆ”n y para esto les pagamos, poco o mucho o demasiado.
Traigo a colaciĆ³n esta perogrullada para referirme a algunos hechos acaecidos y comunicados, en tiempo y forma, al Ayuntamiento de IgĆ¼eƱa. Pero, ¡quĆ© si quieres arroz, Catalina! Los poderes pĆŗblicos municipales han ido dejando para maƱana lo que debĆan de haber hecho hoy o ayer o el aƱo pasado. Y, como reza un aforismo popular, ya se sabe que “Por la calle de 'MaƱana' se llega a la plaza de 'Nunca'”.
Hechos
Hace ahora dos aƱos justos, presentĆ© un escrito (nĀŗ de registro 2019-E-RC-683) en el Ayuntamiento de IgĆ¼eƱa. En Ć©l, informaba de que un amasijo de cables pendĆa y pende de un hilo, que caĆa y cae sobre la vĆa pĆŗblica y cuya rotura, en cualquier momento, podĆa y puede dejar sin suministros a una parte de los vecinos de Almagarinos. Este hecho entraba y entra en contradicciĆ³n con el bando de la alcaldĆa (5 de julio de 2019), en el que se conminaba a los vecinos del Ayuntamiento a proceder a “la limpieza de fachadas en mal estado para mantenerlas en las debidas condiciones de ornato pĆŗblico” (subrayo intencionadamente la referencia a la estĆ©tica, ya que los precitados cables tambiĆ©n desdoran y degradan la imagen y el ornato de Almagarinos).
Por otro lado, desde hace tambiĆ©n mĆ”s de dos aƱos, a la altura del paraje denominado Grillones, en el camino no asfaltado que conduce de Almagarinos a Rodrigatos de las Regueras (otra de las pedanĆas del Ayuntamiento de IgĆ¼eƱa), unas enormes piedras (“morrillos”) impiden el paso a cualquier vehĆculo, si hay que hacer frente a un imprevisto (por ejemplo, incendio, urgencia sanitaria). AdemĆ”s, representan una espada de Damocles para los vehĆculos que transitan por la carretera LE-460, que discurre en paralelo y en un nivel inferior.
SegĆŗn me han informado las gentes del lugar, la AdministraciĆ³n Local y la DiputaciĆ³n de LeĆ³n se pasan la pelota de la responsabilidad y, como es lĆ³gico, la casa sin barrer. Creo que no debe ser tan difĆcil, a no ser por desidia, determinar quiĆ©n es el responsable de tener expedita la precitada vĆa de comunicaciĆ³n. Si un dĆa hay un incendio y no pueden llegar los bomberos, si un dĆa se produce un derrumbe sobre la transitada LE-460, provocando efetos letales sobre las personas, habrĆ” que pedir responsabilidades a los polĆticos o a los funcionarios pĆŗblicos que, durante muchos aƱos, han estado mano sobre mano. Algo parecido ha sucedido y estĆ” sucediendo en la subida al pueblo de Almagarinos por el camino de las PeƱas de Aceite, donde se ha producido el derrumbe parcial de una escollera.
Para completar este “cahier de dolĆ©ances”, que denotan desinterĆ©s y dejadez por parte de las autoridades municipales, quiero referirme tambiĆ©n a otros hechos. Por un lado, a la basura, acumulada en los mĆ”rgenes de la LE-460 (botes y botellas de todo tipo de refrescos, paquetes de tabaco, bolsas de chucherĆas y de comida basura, colillas, etc.). Durante aƱos, un amigo bilbaĆno, Luis Mari —hoy, como hubiera dicho el rey emĆ©rito, en el taller para que le hagan una reparaciĆ³n— la ha recogido, cada verano, de forma selectiva y minuciosa, a lo largo de la carretera del valle del rĆo Tremor.
AdemĆ”s, debo referirme a ciertas inversiones despilfarradoras, no funcionales y que no tienen ninguna utilidad pĆŗblica, pero que seguramente si habrĆ”n tenido algĆŗn beneficio individual y privado. Entre ellas y sin Ć”nimo de ser exhaustivo, hay que citar los puntos limpios y las depuradoras de todos los municipios del Ayuntamiento de IgĆ¼eƱa, que estĆ”n inutilizados y que la vegetaciĆ³n ya ha engullido (las depuradoras) o engullirĆ” (puntos limpios). Sucede lo mismo con las instalaciones deportivas de todos los pueblos del Ayuntamiento, ejecutadas cuando eran ya pueblos vaciados y vacĆos de niƱos, adolescentes y jĆ³venes. MenciĆ³n aparte merecen la empresa municipal de apicultura y la compra-donaciĆ³n-restauraciĆ³n de cosas, tirando con pĆ³lvora del rey, para ofrecer, se dice, trabajo y vivienda, en Almagarinos, a parejas jĆ³venes con hijos. Por el momento, demos un voto de confianza y esperemos para ver la viabilidad de estas dos iniciativas.
Finalmente, no puedo dejar de citar el Bando del Presiente de la Junta Vecinal (agosto 2021) y no de la Junta Vecinal, como aparecĆa en el mismo, (uno de sus miembros montĆ³ en cĆ³lera y el pedĆ”neo tuvo que morder el polvo y retirarlo). Este bando da la medida no sĆ³lo de la deficiente competencia lingĆ¼Ćstica, cultural e intelectual sino de la falta de convicciones democrĆ”ticas del anĆ³nimo redactor. Con guĆas asĆ, no se puede ir seguro a ninguna parte ni muy lejos. O, como reza el dicho popular, con amigos asĆ, la pedanĆa de Almagarinos no necesita tener enemigos.
Moraleja
Los hechos narrados son sĆntomas del habitual “vuelva Ud. maƱana” y del mal “hacer” de la administraciĆ³n municipal de IgĆ¼eƱa y de otras administraciones, que conjugan muy bien el verbo “procrastinar”, dejando para maƱana lo que puede y debe hacer hoy. Y esta dejadez municipal tiene repercusiones negativas tanto en la imagen del patrimonio natural y urbanĆstico de los pueblos del Ayuntamiento de IgĆ¼eƱa como en la vida cotidiana de sus habitantes. Todo, incluso los detalles, cuenta para velar tanto por la imagen y el potencial cultural, turĆstico, ecolĆ³gico y econĆ³mico del valle del rĆo Tremor, o de la EspaƱa vaciada y vacĆa, como por el bienestar de los vecinos.
Ante este estado de cosas, invito a las autoridades municipales del Ayuntamiento de IgĆ¼eƱa y, en general, a los servidores pĆŗblicos de todas las administraciones a que rumien, sin muchas ilusiones de que lo hagan, esta pertinente y juiciosa reflexiĆ³n del Dalai Lama: “SĆ³lo existen dos dĆas en el aƱo en los que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro, maƱana. Por lo tanto, hoy es el dĆa para amar, crecer, hacer y principalmente vivir”.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
Fortalezas y debilidades de los mayores
SegĆŗn la AEAFA (AsociaciĆ³n EspaƱola de Abogados de Familia), una de las consecuencias de la pandemia de la Covid-19 ha sido tambiĆ©n el incremento de las consultas de los mayores tanto para hacer testamento y mejorar la herencia a aquellos hijos que se han desvivido por ellos, como para desheredar a otros. Ćsta estĆ” siendo la respuesta de muchos padres mayores, abandonados por sus hijos o que, por ingratitud y maltrato psicolĆ³gico, no han recibido las atenciones debidas. Este comportamiento de los mayores lo resume Marcelo CornellĆ”, Presidente de ACUMAFU (AsociaciĆ³n Cultural de Mayores de Fuenlabrada), con estas palabras: “Si no te cuidan, que no hereden”. Y, como dice el Papa Francisco, el abandono de los mayores, tambiĆ©n por parte de sus retoƱos, es una lamentable y censurable manifestaciĆ³n de la “cultura del descarte”, al ser considerados material de desecho.
Es evidente y una perogrullada afirmar que todo ser humano, en las Ćŗltimas dĆ©cadas de la vida, sufre un proceso gradual, natural e inevitable de declive, que se traduce en cambios fĆsicos (prevalencia de ciertos achaques y enfermedades), fisiolĆ³gicos (deterioro de los sentidos), psicolĆ³gicos (deterioro cognitivo), sociales (bajos niveles de confraternizaciĆ³n y socializaciĆ³n) y tambiĆ©n econĆ³micos (pensiones insuficientes). Y, a pesar de la escabechina de la pandemia de la Covid-19, el nĆŗmero de los mayores serĆ” cada vez mayor. En el 2020, lo eran mĆ”s de 8 millones de espaƱoles (20% de la poblaciĆ³n). Y, en el 2050, segĆŗn proyecciones del INE, se llegarĆ” al 30%.
Estos cambios, debidos al paso del tiempo y a la edad, son sĆntomas evidentes de las debilidades de los mayores. Ahora bien y a pesar de esto, los mayores conservan unos poderes, que deberĆan utilizar, cada vez mĆ”s, para preservar su dignidad y bienestar, ya que el que no llora no mama.
Ćstos son sus poderes
Los mayores son el grupo etario mĆ”s numeroso y mĆ”s decisivo electoralmente. Ellos tienen la sartĆ©n por el mango. Por eso, no deben perder de vista que los de la casta polĆtica deben contar con ellos para ser elegidos. Y, por lo tanto, como con los nacionalistas-independentistas de todo cuƱo, estos yonquis del poder siempre estarĆ”n dispuestos o a engaƱarlos, prometiĆ©ndoles el sol y la luna, o a concederles todo lo que les pidan, para poder llegar al poder y satisfacer sus apetitos desenfrenados y patolĆ³gicos de poder.
Por otro lado, a lo largo de su vida, los mayores de hoy han sido, en general, hormigas hacendosas y no cigarras jaraneras. Por eso, cuando ha llegado el otoƱo de sus vidas, no suelen tener deudas y sĆ un cierto patrimonio (vivienda propia, ciertos ahorros y una pensiĆ³n). AdemĆ”s, con la posibilidad de utilizar, entre otras, la fĆ³rmula de la hipoteca inversa, su situaciĆ³n econĆ³mica es o podrĆa ser envidiable, autĆ³noma e independiente de la de sus retoƱos. Como hubiera dicho el Cardenal Cisneros, aquĆ©llos y Ć©stos son sus poderes.
Y Ć©stas, sus debilidades
Ahora bien, estas cartas hay que jugarlas y saber hacerlo para hacer frente a las debilidades. En demasiadas ocasiones, los mayores renuncian a jugarlas o las juegan mal. Algunas debilidades son congĆ©nitas e inevitables. Es el caso de los achaques de salud y el deterioro de los sentidos. Ahora bien, otras debilidades, los mayores las han ido creando y alimentando a lo largo de sus vidas. Por eso, ellos son, en buena parte, responsables de lo que les pasa y de las dificultades y problemas (soledad, aislamiento, descapitalizaciĆ³n, falta de lazos afectivos, …) que tienen en la Ćŗltima etapa de sus vidas.
A lo largo de toda su vida, los mayores han puesto, en general, todos los huevos en el nido de la familia, olvidĆ”ndose de cultivar la amistad y de incrementar y diversificar las amistades para construir con Ć©stas nuevos nidos complementarios. Y, luego, para lo que pasa: olvidados y abandonados por sus retoƱos y sin amigos, se deben enfrentar a “la soledad no deseada”, que provoca mucho sufrimiento y que mata mĆ”s que los aƱos.
Por otro lado, demasiados mayores se dejan embaucar por los hijos y se descapitalizan al no aplicar el consejo que el Padre Juan PĆ©rez Riesco, provincial de los PP. Redentoristas de EspaƱa, daba a sus feligreses. En una de sus Ćŗltimas estancias veraniegas en Almagarinos (Bierzo Alto), el Padre Juan me confesĆ³ que, en el contexto de la confesiĆ³n o en las consultas post-misa, muchos feligreses le verbalizaron, despuĆ©s del consabido “Padre, nosotros ya tenemos la vida hecha”, el propĆ³sito de distribuir entre sus hijos tanto sus propiedades como sus ahorros. Y Ć©l siempre se lo desaconsejaba ya que, haciendo honor al refrĆ”n CrĆa cuervos y te sacarĆ”n los ojos y por su experiencia pastoral, los padres descapitalizados eran, en demasiadas ocasiones, padres abandonados o carne de residencia.
AdemĆ”s, los mayores se convierten muy frecuentemente en esclavos de sus hijos al no poder disponer de su tiempo y al tener que ser los canguros de sus nietos.. AsĆ, se olvidan de vivir y de cultivar la amistad y de incrementar las tan vitales relaciones sociales,… ¿Por quĆ©? Por miedo a ser ninguneados, olvidados y abandonados por sus hijos, algo que sucede, a pesar de todo, en muchas ocasiones. Y muchos mayores sufren tambiĆ©n el sĆndrome de Estocolmo, justificando y disculpando los comportamientos de sus hijos. Y cuando deciden ir a una residencia es porque sus hijos, en numerosos casos, les han hecho sentir que son un peso y un estorbo para ellos.
Ergo
La esperanza de vida se ha alargado progresivamente a lo largo de la historia. Hoy, en las sociedades occidentales, cada dĆ©cada, aumenta 3 aƱos. Para potenciarla y luchar contra las debilidades inevitables y evitables, los mayores deberĆan pensar mĆ”s en ellos y en cuidar la montura para que nos lleve lejos, pero seguros y en buena salud. Para ello los gerontĆ³logos y el sentido comĆŗn coinciden. Las claves para una maduraciĆ³n adecuada o, como dicen algunos, “envejecimiento Ć³ptimo”, estĆ”n en mantener activo el cuerpo, en mantener activo el cerebro y en mantener y ampliar las relaciones sociales. Como aconseja Paca Tricio, “la muerte va a llegar, pero tienes que procurar llegar viva a la muerte”. ¡Que no se diga que moriste a los 38 aƱos y te enterraron a los 83!
© 2021 - Manuel I. Cabezas GonzĆ”lez
De aquellos polvos, estos lodos
Los hechos
En la segunda mitad del mes de junio de 2021, los medios de comunicaciĆ³n se hicieron eco del megabrote de Covid, que se produjo en Mallorca. A pesar del criterio en contra de los profesores, cientos de jĆ³venes de las diferentes CC.AA (de 17 a 21 aƱos) se habĆan desplazado hasta Mallorca con el fin de pasar una semana (del 12 al 18 de junio) y asĆ celebrar el fin del aƱo escolar. SegĆŗn sus propios testimonios, el viaje en ferri desde Valencia fue toda una locura: sin guardar las distancias, sin mascarilla y consumiendo alcohol a gogĆ³. Y, llegados a Mallorca, el desmelene y el desmadre continuĆ³ y se incrementĆ³: megafiestas en barcos (“party boats”) y en los 9 hoteles donde se alojaron, multitudinario concierto de reguetĆ³n en la Plaza de Toros y los consabidos botellones cotidianos en la vĆa pĆŗblica. Y todo, por supuesto, sin ninguna medida de seguridad.
El resultado de estos comportamientos irracionales y de niƱatos malcriados y caprichosos no se hizo esperar: brote de contagios masivos por coronavirus de la variante alfa (inglesa). En seguida se contabilizaron 350 contagiados. Ahora bien, el nĆŗmero de Ć©stos se fue incrementando rĆ”pidamente hasta alcanzar los 1.664 afectados, en general, asintomĆ”ticos o con sĆntomas leves. A pesar de esto, 14 tuvieron que ser hospitalizados y uno fue directamente a la UCI. Los asintomĆ”ticos, al regresar a sus lugares de origen, han provocado un brote supracomunitario y generacional: 12 CC.AA estĆ”n afectadas y los contagios entre jĆ³venes se han disparado. Y, a pesar de sus protestas y la de sus irresponsables padres, que organizaron estos viajes en contra del criterio de los centros escolares, mĆ”s de 260 estuvieron confinados y obligados a hacer cuarentena en el hotel Palma Bellver de Mallorca, hasta el 30 de junio.
Como hubiera dicho Pedro Piqueras, Ć©stos son los hechos y asĆ se los he contado. Ahora bien, ante lo que estĆ” en juego (la lucha contra la pandemia y la vida o la muerte de cualquiera de nosotros), estos hechos merecen al menos una sucinta reflexiĆ³n.
De aquellos polvos…
A lo largo de toda la pandemia, los poderes pĆŗblicos y los medios de comunicaciĆ³n (principalmente las cadenas de televisiĆ³n), guiados por un paternalismo y un buenismo mal entendidos, han escondido las imĆ”genes —que, como todos, sabemos valen mĆ”s que mil palabras— de la dramĆ”tica situaciĆ³n que estĆ”bamos viviendo. No mostraron las desbordadas UCIs, llenas de pacientes graves, ni los parkings convertidos en frigorĆficos-morgues, ante el colapso provocado por los miles de muertos diarios. Ni la soledad ni la angustia de los miles de compatriotas que perdieron sus vidas. Para los jĆ³venes, lo que estaba sucediendo era tan invisible como el propio virus y, para mĆ”s inri, ellos se creyeron inmunes.
AdemĆ”s, los jĆ³venes han sido desorientados y desconcertados por las contradicciones permanentes del Dr. SimĆ³n, del Ministro de Sanidad y demĆ”s voceros oficiales y no oficiales (“los todĆ³logos”): primero, mascarillas, no; luego, mascarillas, sĆ; asistencia a manifestaciones masivas, sĆ; luego, no; y, en junio de 2020, cuando Pedro SĆ”nchez, cual MoisĆ©s bajando del monte SinaĆ, anunciĆ³ que habĆamos vencido la pandemia (?), que se acercaba la desescalada y que la “nueva normalidad” (?) estaba al alcance de la mano, la realidad fue que una nueva ola de contagios nos esperaba a la vuelta del verano; etc. Por otro lado, debido a los discursos imperantes y a las estadĆsticas, los jĆ³venes creyeron que la Covid no iba con ellos y que el virus sĆ³lo atacaba a los mayores.
Ante los lamentables hechos de Mallorca y los que se producirĆ”n durante este verano, lo mĆ”s probable y seguro es que ya se estĆ© incubando ya la quinta ola de la pandemia en todas las CC.AA. Y no sĆ³lo de la variante alfa (inglesa), sino y principalmente de la variante delta (india), que es mĆ”s contagiosa y mĆ”s letal. Y, ahora, los principales afectados serĆ”n ellos, los jĆ³venes. Por eso, algunos consideran que el reto, a lo largo del verano, es vacunarlos masivamente, a partir de los 16 aƱos, ya que es el colectivo con mayor movilidad, con mayores relaciones sociales, con mĆ”s contactos, con menos conciencia de la dramĆ”tica realidad y, por lo tanto, con mĆ”s irresponsabilidad.
… estos lodos
Los jĆ³venes veraneantes en Mallorca no eran poligoneros ni miembros del batallĆ³n de fracasados escolares sino jĆ³venes que habĆan terminado, con Ć©xito, un nuevo aƱo escolar y/o el bachillerato y/o las pruebas de acceso a la universidad (EvAU o PAU). Por lo tanto, por sus biografĆas escolares, son, mĆ”s bien, la flor y la nata (?) de la juventud espaƱola. Ahora bien, en la estancia en Mallorca y en las salidas habituales con los amigos se han comportado, se comportan y se comportarĆ”n a lo largo del verano como autĆ©nticos cafres: los encuentros masivos sin respetar las medidas de seguridad, el consumo desenfrenado de alcohol y drogas son malas compaƱĆas y hacen que pierdan el oremus. Por eso, sus comportamientos dejan mucho que desear y, en el contexto de la pandemia, son una autĆ©ntica bomba de relojerĆa tanto para ellos mismos como para sus prĆ³ximos (hermanos, padres, abuelos, amigos) y la sociedad en su conjunto. En un recodo del camino pueden toparse con la parca o, en su deambular veraniego por la vida, en esta Ć©poca de pandemia, pueden ir sembrando la muerte a diestro y siniestro.
En la sociedad actual, se suele idolatrar a la juventud. Sin embargo, como dijo alguien, hay que respetarla no por lo que es sino por lo que puede llegar a ser. A esta edad, los jĆ³venes, se rigen por el freudiano “principio del placer” (el clĆ”sico “carpe diem”) y no por el “principio de realidad”. Y, al hacerlo, se dejan llevar por el “principio de la muerte” en detrimento del “principio de la vida”, Freud dixit. Por eso, se podrĆa afirmar que la prevalencia del “principio del placer” y el “principio de la muerte” entre los jĆ³venes es la consecuencia de lo que los psicĆ³logos denominan el “niƱo o joven emperador o dictador”: niƱos o jĆ³venes habituados a que se les dĆ© todo lo que desean sin ningĆŗn tipo de condiciĆ³n o de contraprestaciĆ³n.
A pesar de lo que pregonan los ecologistas, para Leopoldo AbadĆa, lo importante no es quĆ© planeta vamos a dejar a nuestros hijos sino quĆ© hijos vamos a dejar al planeta. Para Ć©l, lo importante es dejar en este mundo unos hijos honestos, limpios, majos, educados, leales, cĆvicos,… Ahora bien, el comportamiento de demasiados jĆ³venes denota que los padres, los profesores y los responsables polĆticos no estamos haciendo las cosas bien y no estamos a la altura. AhĆ estĆ” el desenfreno en Mallorca y en todo tipo de eventos festivos, que deberĆan cuestionarnos a todos (padres, profesores y casta polĆtica) sobre lo que estamos haciendo con nuestros hijos, alumnos y jĆ³venes ciudadanos. De estos polvos, los lodos de Mallorca y de otras latitudes.
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
El nudo gordiano catalƔn
Cuenta la leyenda que los habitantes de Frigia (una parte de la actual TurquĆa) tuvieron que elegir un nuevo rey y, para ello, consultaron al orĆ”culo del templo de Zeus. SegĆŗn el orĆ”culo, el nuevo rey serĆa el que entrase en la ciudad con un carro, tirado por bueyes, y sobre el cual estarĆa posado un cuervo. Fue un labrador, llamado Gordias, el que entrĆ³ de esta guisa y, por lo tanto, fue nombrado rey. Como agradecimiento, fundĆ³ la ciudad de Gordio y ofreciĆ³ a Zeus el carro y el yugo, que atĆ³ al carro con un nudo tan complicado que nadie podĆa desatarlo. El que lo consiguiera conquistarĆa todo el Oriente. En el 334 a. de C., cuando se dirigĆa a conquistar el Imperio Persa, Alejandro Magno pasĆ³ por Gordio, donde fue retado a desatar el nudo de Gordias. DespuĆ©s de mucho reflexionar, Alejandro desenvainĆ³ su espada y, con un certero tajo, lo cortĆ³, al tiempo que dijo: “Monta tanta cortarlo como desatarlo”.
Hoy, con el sintagma “nudo gordiano”, se hace referencia a una dificultad o a un problema o a un obstĆ”culo de muy difĆcil soluciĆ³n o desenlace, como el sempiterno “nudo gordiano catalĆ”n”, por poner sĆ³lo un ejemplo. Y la expresiĆ³n “cortar el nudo gordiano” significa resolver tajantemente y sin contemplaciones un problema: da igual cĆ³mo se haga, lo importante es que se resuelva.
El nudo gordiano catalƔn y los anti-Alejandros
Los ciudadanos y visitantes de Gordio se enfrentaron al nudo de Gordias, sin Ć©xito, hasta que pasĆ³ por allĆ Alejandro Magno. Los espaƱoles, desde hace dĆ©cadas, nos enfrentamos al “nudo gordiano catalĆ”n”, que se resiste a ser desatado. En la confecciĆ³n y el fortalecimiento del mismo, no ha habido sĆ³lo un Gordias sino que han colaborado varios: desde el inicio de la TransiciĆ³n, todos los presidentes del Gobierno de EspaƱa no han dudado en complicar y en fortalecer el “nudo gordiano catalĆ”n”, para poder llegar al poder y/o para mantenerse en Ć©l.
En efecto, desde A. SuĆ”rez hasta P. SĆ”nchez —pasando por F. GonzĆ”lez, por J. M. Aznar, M. Rajoy y J.L. R. Zapatero— en 10 de las 15 legislaturas, los aspirantes a presidentes de Gobierno se vieron obligados a buscar el apoyo y a entenderse con formaciones nacionalistas (CIU y PNV, principalmente). Los nuevos partidos estatales (UPyD, C’s, Podemos y Vox) no han conseguido eliminar esta decisiva y nociva dependencia e influencia. Ahora bien, ante el apetito patolĆ³gico de poder de los candidatos a presidentes del Gobierno de EspaƱa, el apoyo de los nacionalistas catalanes (y tambiĆ©n vascos) nunca fue altruista sino un autĆ©ntico chantaje o una cascada de jaques o una serie de Ć³rdagos para exigir y obtener contrapartidas de todo tipo.
Entre estas contrapartidas y sin Ć”nimo de ser exhaustivo, F. GonzĆ”lez concediĆ³ la corresponsabilidad fiscal (15% del IRPF) y el desarrollo del estatuto de autonomĆa catalĆ”n con las consiguientes transferencias. Aznar, con el nefando “Pacto del Majestic”, incrementĆ³ la corresponsabilidad fiscal (cesiĆ³n del 33% del IRPF, del 35% del IVA, del 40% de los impuestos especiales), propiciĆ³ importantes transferencias (trĆ”fico, educaciĆ³n, justicia, agricultura, sanidad, empleo, puertos y aeropuertos,…), eliminĆ³ la figura del Gobernador Civil, concediĆ³ importantes inversiones para ampliar el puerto y el aeropuerto de Barcelona y para financiar el AVE Madrid-Barcelona, evitĆ³ que la “ley de PolĆtica LingĆ¼Ćstica” fuese recurrida ante el TC,… y entregĆ³, en bandeja de plata, la cabeza de Alejo Vidal-Quadras, la mosca cojonera para los nacionalistas. Con Zapatero, las concesiones continuaron y prometiĆ³ aceptar el nuevo estatuto, hecho a medida por los y para los nacionalistas, que saliera del Parlamento catalĆ”n. Con Rajoy, la deriva nacionalista e independentista condujo al referĆ©ndum ilegal de autodeterminaciĆ³n (1 de octubre de 2017), a la declaraciĆ³n unilateral de independencia (27 de octubre de 2017) y, como no podĆa ser de otra forma, a la condena de los patrocinadores.
Con el goteo de las sucesivas concesiones y traspasos de competencias a CataluƱa, durante 40 aƱos, ya no queda gran cosa por transferir. Por eso, para los nacionalistas catalanes, ha llegado el momento de dar el jaque mate al Estado de Derecho. AsĆ, ahora, con SĆ”nchez, se temen nuevas e importantes concesiones, lesivas para el Estado de Derecho y para la soberanĆa de los espaƱoles: en primer lugar, la concesiĆ³n del “indulto” a los polĆticos independentistas condenados con sentencia firme y presos; luego o en su lugar, segĆŗn algunos analistas, vendrĆa la concesiĆ³n de la “amnistĆa” para ellos; y, para rematar, se permitirĆa la convocatoria de un referĆ©ndum de autodeterminaciĆ³n vinculante y la proclamaciĆ³n de la independencia de CataluƱa y de la repĆŗblica. Ante la deriva de los Gobiernos de EspaƱa, mĆ”s de uno se pregunta si, con SĆ”nchez en La Moncloa, se darĆ” la puntilla letal a la unidad de EspaƱa.
Se necesita un Alejandro expeditivo
Los sucesivos presidentes de Gobierno de EspaƱa, Ć”vidos de poder a cualquier precio, han complicado y consolidado el “nudo gordiano catalĆ”n”, como dice Ignacio Varela, mediante “polĆticas de apaciguamiento”, que se han limitado a hacer concesiones y mĆ”s concesiones, para que los nacionalistas-independentistas depongan su actitud, pero sin exigirles nada a cambio. Y Ć©stos han considerado las concesiones como una debilidad de los poderes del Estado y como la confirmaciĆ³n de que sus objetivos son razonables, justos y realizables. Ahora bien, precisa I. Varela, estas polĆticas de apaciguamiento no serĆ”n efectivas si no van precedidas, acompaƱadas y/o seguidas de polĆticas disuasorias, tan determinantes y contundentes como las agresiones sufridas.
Durante 40 aƱos, los nacionalistas independentistas catalanes se han regido por el adagio popular de que “el que no llora no mama”. AdemĆ”s, han seguido a pies juntillas el consejo, acuƱado por J. Pujol, que reza asĆ: “Hoy, paciencia; maƱana, independencia”. La paciencia parece que ha terminado y el momento de la autodeterminaciĆ³n y de la proclamaciĆ³n del Estado catalĆ”n ha llegado. Ante el jaque mate y el Ć³rdago de los nacionalistas, ha llegado tambiĆ©n la hora de que un nuevo Alejandro coja este toro por los cuernos y dĆ© una soluciĆ³n urgente y definitiva al nudo gordiano catalĆ”n. Como dijo Alejandro Magno, “Monta tanto cortarlo como desatarlo”, es decir es igual cĆ³mo se haga (siempre en el marco de la legalidad), lo importante es que se haga.
Como dijo Einstein, “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Por eso, no se puede seguir, como hasta ahora, con las polĆticas de apaciguamiento. Es necesario el nuevo Alejandro —audaz e inteligente como el genuino— que haga respetar, caiga quien caiga, la legalidad vigente y que haga caer todo el peso de la ley sobre aquellos que se atrevan a poner en peligro nuestra convivencia. La casta polĆtica no puede seguir por el camino trillado de los Ćŗltimo 40 aƱos ni debe olvidar la historia: los estragos provocados por las contemporizaciones con Hitler. Si la olvida, podremos recordarle los presagios de Churchill cuando Chamberlain presentĆ³, en la CĆ”mara de los Comunes, los Acuerdos de MĆŗnich: “Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra (…), elegisteis el deshonor y ahora tendrĆ©is la guerra”. ¡Que tomen nota!
Manuel I. Cabezas GonzƔlez
A mediados del pasado mes de abril, la ministra de Igualdad, Irene Montero, se luciĆ³ y mostrĆ³, una vez mĆ”s, su osadĆa e ignorancia supina. En un mitin con colectivos LGBTIQ+, utilizĆ³, en sĆ³lo 15 minutos, 10 tripletes (“Buenas tardes a todos, todas y todes”, “hay un niƱo, una niƱa y un niƱe”, por dar sĆ³lo dos ejemplos) y otras lindezas por el estilo. Entre ellas, los consabidos y reiterados desdoblamientos o dobletes (“amigos y amigas”, “todos y todas”).
Desde hace ya bastante tiempo, algunos de estos colectivos y muchos organismos pĆŗblicos (universidades, CC.AA, sindicatos, ayuntamientos y otras instituciones) se han arrogado ciertas competencias y se han erigido en “expertos lingĆ¼istas”(?), elaborando y proponiendo guĆas de lenguaje no sexista. Ahora bien, para elaborarlas, no han dudado en desplazar, marginar, silenciar y ningunear a los verdaderos estudiosos y sibaritas del lenguaje (la RAE, los lingĆ¼istas, los filĆ³logos, los “escribidores” que viven de la pluma, los profesores, etc.), para que no tuvieran vela en este entierro. AsĆ, los maestros Ciruela que no saben hacer la “o” con un canuto, tampoco en cuestiones lingĆ¼Ćsticas, pretenden darnos lecciones y dictarnos a todos, con sus propuestas de lenguaje inclusivo, cĆ³mo debemos hablar y escribir. ¡Vivir para ver!
Para ciertos colectivos feministas y los maestros Ciruela que los secundan, el lenguaje sexista es una manifestaciĆ³n del androcentrismo y del machismo. Y provoca una invisibilidad, una infravaloraciĆ³n, una marginaciĆ³n, un menosprecio y una subordinaciĆ³n de la mujer respecto al hombre. Para luchar contra esta discriminaciĆ³n, para visualizar a la mujer y ponerla en el puesto que se merece, el “lenguaje inclusivo” (o incluyente o igualitario o no sexista) es, segĆŗn ellos, el medio para conseguirlo. En efecto, segĆŗn la Rae, este lenguaje es el “que aplica las recomendaciones propuestas por ciertos sectores del feminismo para visibilizar a la mujer en el discurso, suponiendo que el uso del ‘masculino genĆ©rico’ la excluye”.
Entre otras recomendaciones, los maestros Ciruela y ciertos colectivos feministas han propuesto, que se utilicen dobletes, que permiten hacer menciĆ³n expresa de los dos gĆ©neros (“el Congreso de los diputados y las diputadas” en vez de “el Congreso de los diputados”) y tripletes (“*Buenas tardes a todos, todas y todes”); o que se sustituyan las desinencias del gĆ©nero masculino por otros grafemas neutros, que no denotan gĆ©nero: la “@” (*tod@s), la consonante “x” (*todxs) o el asterisco (“*tod*s”) o la vocal “-e” (*todes); o que se creen neologismos inĆŗtiles (“*jĆ³venas, *miembras, *portavoza”) o que se empleen otras soluciones artificiosas (“*las y los ciudadanos”), propuestas todas que contravienen las normas de la gramĆ”tica espaƱola.
Para la Rae y los estudiosos del lenguaje, los desdoblamientos (“el Congreso de los diputados y las diputadas”) son gramaticalmente correctos, pero innecesarios. En efecto, teniendo en cuenta el contexto de utilizaciĆ³n y la “competencia enciclopĆ©dica” de los hablantes (U. Eco), el “masculino genĆ©rico” (“el Congreso de los diputados”) incluye, nunca mejor dicho y sin ningĆŗn gĆ©nero de dudas, a los seres de ambos sexos. De ahĆ que, segĆŗn Ćlex Grijelmo (2019), no se debe confundir la “ausencia del gĆ©nero femenino” en el significante con la “invisibilidad” o la ausencia del concepto de mujer en el significado. Por eso, no es de recibo lo aseverado en la cita, atribuida a George Steiner, segĆŗn la cual “lo que no se nombra no existe”. No es el lenguaje el que crea la realidad sino la realidad la que crea el lenguaje.
Los expertos aportan cuatro razones contundentes en defensa del “masculino genĆ©rico” y en contra del uso de los dobletes o los tripletes. Por un lado, la “economĆa lingĆ¼Ćstica”, que reflejĆ³ Baltasar GraciĆ”n en el aforismo que reza asĆ: “lo breve, si bueno, dos veces bueno. Y, si malo, menos malo”. Por otro, basta con leer o escuchar un texto en lenguaje inclusivo para darse cuenta de que el uso sistemĆ”tico del mismo no es cooperador y dificulta o hace imposible la comunicaciĆ³n. AdemĆ”s, el lenguaje inclusivo va contra la “ley del mĆnimo esfuerzo”, que determina tanto el comportamiento lingĆ¼Ćstico de los locutores como la evoluciĆ³n de las lenguas (A. Martinet, 1970): ¿para quĆ© gastar energĆa y tiempo, si se pueden conseguir los objetivos con menos recursos? Finalmente, el lenguaje inclusivo pone en peligro la correcciĆ³n lingĆ¼Ćstica en lo relativo a la concordancia gramatical.
Por otro lado, para la Rae y los expertos, las marcas neutras (“@”, “x”, “*” y “-e”) son ajenas a la morfologĆa del espaƱol; y, ademĆ”s, son impronunciables. Por eso, estas propuestas han sido rechazadas, incluso por algunos manuales de lenguaje inclusivo, ya que estas marcas neutras sĆ invisibilizan a las mujeres. Por este motivo, estas propuestas neutras, asĆ como los dobletes y los tripletes, no se han popularizado y han sido objeto de controversia, de burla, de escarnio, de pitorreo y de memes.
Como puede deducirse del informe de Ignacio Bosque y del ensayo de Ć. Grijelmo (2019)*, las propuestas (cf. ut supra) de ciertos colectivos feministas —patrocinadas y aplicadas, como un papagayo, por la indocumentada ministra de Igualdad, Irene Montero— tienen mucho de postureo o son sĆ³lo una pantomima. En efeto, se fundamentan en una falsa relaciĆ³n causa-efecto y en un falso silogismo: de unas premisas verdaderas se extrae un conclusiĆ³n incorrecta. Y dan a entender que quien niegue la incorrecta conclusiĆ³n estĆ” negando tambiĆ©n las pertinentes premisas; y por lo tanto es un androcĆ©ntrico machista.
Es cierto que, en nuestra sociedad, existen una discriminaciĆ³n real de la mujer asĆ como comportamientos verbales sexistas. Por eso, es necesario trabajar para lograr la igualdad del hombre y de la mujer, haciendo que la presencia social, laboral, cultural, polĆtica,… de Ć©sta sea mĆ”s visible. Ahora bien, de estas premisas correctas, justas y razonables, ciertos colectivos feministas deducen una conclusiĆ³n injustificada e insostenible: suponer que la visibilizaciĆ³n lingĆ¼Ćstica de la mujer, gracias al lenguaje inclusivo, va a acabar con su discriminaciĆ³n y todos los problemas adjuntos. ¿No serĆa mĆ”s lĆ³gico y razonable actuar para cambiar la realidad y, a partir de ahĆ, se transformarĆa el lenguaje, considerado por ciertas feministas culpable y chivo expiatorio del estatus actual de la mujer?
El lenguaje inclusivo estĆ” de moda y, hoy, es lo p0lĆticamente correcto. Y el Ministerio de Igualdad, regentado por la sectaria Irene Montero, juega el papel del orwelliano “Ministerio de la Verdad” que intenta poner en circulaciĆ³n e imponer esta “neolengua”, al tiempo que tiene la absurda pretensiĆ³n de reescribir con ella los relatos reales (ConstituciĆ³n de 1978, como encargĆ³ Carmen Calvo a la Rae) o ficticios (cuentos infantiles y obras literarias) del pasado. Como ha escrito F. Serrano, “si la razĆ³n y la inteligencia no revierten la situaciĆ³n y triunfan sobre los dogmas y postulados de esta dictadura globalista de los idiotas, dentro de unos aƱos, todos, todas y todes estaremos perdidos, perdidas y perdides”.
(*) Ćlex Grijelmo (2019), Propuesta de acuerdo sobre el lenguaje inclusivo, Taurus, Barcelona. (De lectura obligada para esas feministas, que PĆ©rez-Reverte llama “erizas”, y esos maestros Ciruela, que presumen de lo que no tienen (competencias en cuestiones lingĆ¼Ćsticas).